La suerte ha vuelto a sonreír a la comarca avilesina en el gran sorteo del año. Un segundo (04.536), un cuarto (59.444) y un quinto premio (19.152) han dejado 369.000 euros en Castrillón, Avilés y Corvera devolviendo la suerte que pasó de puntillas el año pasado, cuando una administración del edificio Maspalomas, la misma que dio el Gordo en 2013, vendió un décimo de un quinto premio.

Baldomero Muñiz fue uno de los hombres de la suerte en Asturias. Al frente de la administración de Fernández Balsera, en Avilés, vendió una serie del número 59.444, el premio más madrugador del sorteo. "En total entregué 200.000 euros", afirmó. Los agraciados compraron los décimos a última hora, el día antes del sorteo. "Por lo menos fueron tres familias de la zona", añadió. Algunos de los agraciados pasaron de forma discreta a lo largo de la mañana por la administración, sin querer dar muestras de alegría por el premio. Hasta ahora Baldomero Muñiz había entregado un tercer premio de la Lotería de Navidad, hace diez años. Ayer la tranquilidad era la nota dominante en el establecimiento, pese a la lluvia de euros.

El estanco del Carbayedo vendió por terminal un décimo del 59.444. La empleada Vanesa Chedas estaba tomando un café con su marido cuando recibió la noticia de que había repartido la suerte. "Es una gran alegría. Mucha gente rechaza terminaciones con números iguales y me alegro de que haya caído en uno de estos. La gente, además, es muy reacia a comprar por terminal, a ver si ahora se animan más", explicaba minutos después de dar el premio mientras su compañero José Ignacio Ureña comunicaba a los clientes la buena noticia. En El Carbayedo no hubo champán ni sidra, pero sí alegría por repartir uno de los grandes premios del año. "Esto se vive con mucha ilusión. En este tipo de negocios siempre quieres repartir premios y dar alegría a los demás", añadió Ureña. Desde el terminal del Carbayedo se repartieron el año pasado 186.790 euros en premios y la suerte ha vuelto por Navidad.

La administración número 1 de Castrillón, ubicada en la calle José Fernandín de Piedras Blancas, repartió 125.000 euros en un décimo vendido por máquina del número 04.536, el segundo premio del sorteo de Navidad. La administración fundada por Alicia Rico la gestiona ahora su hijo Fernando Lastra Rico. "Este año las ventas se incrementaron un poco más que el año pasado", señaló la veterana lotera llena de alegría de haber dado un premio de Navidad, el primero "gordo" del tradicional sorteo que entrega la administración. "No sabemos quién puede ser el afortunado porque se vendió por ventanilla y es difícil de controlar. Nadie ha venido a reclamar el premio", señaló la fundadora de la administración.

En Las Vegas (Corvera) solo cayó un pequeño pellizco, 24.000 euros de cuatro décimos del 19.152 vendidos en máquina, pero la trabajadora de la administración mixta de la calle Jovellanos Ana Belén Cano espera que le sirva de mucho a los afortunados: "Es la primera vez que damos un premio en Navidad. No sabemos a quién se lo vendimos, pero aquí compra gente del barrio, así que seguro que vendrá bien", sentenció Cano.

El número 07.251 alegró la Navidad a los trabajadores del Hospital Universitario San Agustín. Nunca en los 40 años de historia del Hospital San Agustín se recuerda un premio, así que los 80 euros por persona con los que resultaron agraciadas sus participaciones fueron una agradable sorpresa. Prácticamente toda la plantilla tenía el número. Fue José Manuel Magaz, de mantenimiento, quien, aunque ya lleva jubilado varios años, organizó como siempre la lotería. "Nos da para ir de cena", afirmó Aurora Gutiérrez, del servicio de Hematología.

Vanesa Chedas y José Ignacio Ureña -junto a estas líneas- vendieron por terminal un cuarto premio en el estanco del Carbayedo. En El San Agustín brindaron por su pedrea (en el centro) y una tímida Ana Belén Cano repartió en Las Vegas (Corvera) 24.000 euros de un quinto premio.