El Principado destinará 1,1 millones de euros a reforzar la seguridad en los principales túneles de la red autonómica de carreteras. En concreto de Rañadoiro, La Monxina, Riaño-Cadaval, La Zorera y San Tirso. La consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente prevé dar continuidad al servicio actual de mantenimiento y explotación a partir de diciembre durante un periodo de 24 meses.

La supervisión y el control de los túneles con vigilancia automática se centralizó en agosto de 2014 en el centro de control de Riaño, al que han ido incorporándose otras instalaciones. En primer lugar, en 2015, las asociadas al túnel del Rañadoiro en la AS-15 (Cornellana-Puerto Cerredo) y los accesos al HUCA en la carreteras OV-7. En segundo lugar, en 2016, se sumaron los túneles de San Tirso y La Zorera en la Autovía Minera (AS-I), que une Mieres y Gijón.

Está previsto incorporar otros 17 túneles, de los 72 con los que cuenta la red asturiana, que suman una longitud total de 5.460 metros. Con ello se garantizará el control de los pasos subterráneos más singulares por sus características geométricas y tráfico, según explica la Consejería. En concreto, se asumiría el mantenimiento y la explotación del resto de los túneles de la autovía minera AS-I (ocho, con un total de1.242 metros); el de la AS-114, en la variante de Cangas de Onís; los de Fastia y Devoyu, en la AS-117, Riaño-Puerto de Tarna; los cuatro de la AS-118, Luanco y Veriña; y los de El Corbero y La Cruz, en la Y de Bimenes. Una vez hayan finalizado estas incorporaciones, el centro de Riaño pasará a controlar 67 millones de vehículos cada año.