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El turismo casa bien con todo

Los protagonistas del suplemento "80 ideas para el futuro de Asturias" reclaman proyectos que unan lo turístico con lo sanitario y lo agroalimentario | Los expertos valoran la alta potencialidad de la gastronomía y el campo asturianos y piden atención a las nuevas "subramas" de negocio

El turismo casa bien con todo

Un futuro con Asturias convertida en un referente turístico que vaya mucho más allá de la región donde se zampa de maravilla y con paisajes de ensueño.

Y un futuro donde la industria, en algunos sectores declinante, juegue su papel. Mayor que el podemos pensar y reciclada a los nuevos retos que se avecinan.

Un futuro donde tenga mucho peso el sector ganadero y forestal, el negocio en torno al mundo sanitario y medioambiental, y los servicios de ramas manufactureras de alto valor añadido.

Asturias no estará ligada a un par de sectores económicos hegemónicos; eso se lo llevó la crisis para siempre. Toca ahora centrarse en aquellas áreas de conocimiento donde somos muy buenos, y habría que decirlo sin vanidades reduccionistas ni falsos pudores: lo agroalimentario, lo biosanitario, lo químico...

Algunas de las ochenta personas que colaboraron con sus ideas en el suplemento con el que LA NUEVA ESPAÑA celebró sus ocho décadas al servicio de los asturianos, centraron sus propuestas en el tejido económico presente y futuro. Y en una región que entre 2008 y 2014 se perdieron ocho mil empresas, el 13% del total.

Cuando hace treinta años algunos entendieron el turismo como un sector capaz de generar un volumen apreciable de empleo "muchos se lo tomaron a risa", recuerda el abogado Pedro de Silva, al que le tocó como presidente asturiano ayudar a dar los primeros pasos de promoción turística.

Con las cifras en la mano y la realidad como prueba de cargo, De Silva propone un plan regional que suponga "un salto cualitativo turístico" que permita doblar el tamaño del sector en menos de una década, y gestionado por un consorcio de turismo.

La creación de un sello de calidad e identificación, el Asturian Food, es propuesta por el gerente de Adquisición de Talento, Antonio Arias López. "El 99% de los europeos no sabe lo que es la fabada", asegura como punto de partida de su tesis: hay que vender internacionalmente la cocina asturiana, con una promoción sostenida y coordinada: montar restaurantes, entrar en los súper de Europa.

Convertir a los pastores en educadores ambientales y guías turísticos, pero sin perder su actividad. Es más, para consolidarla. Los campesinos y geógrafos Manuel y Javier Niembro, emplean una metáfora, la del pastor 3.0, la nueva generación de protagonistas de nuestros puertos. Los puertos 3.0 tendrán redes de recintos de seguridad, con vallas y sistemas de vigilancia contra los depredadores. El pastor 3.0 -explican los Niembro- será alguien que ya no sea antagonista de los guardas, sino al contrario. Y las cabañas 3.0 serán modulares, con espacio para la vivienda, para el ordeño y la producción quesera, para alojar a algún visitante y, por supuesto, con agua y energía renovable. Una nueva forma de entender una actividad, hoy asediada por restricciones sin cuento.

Las propuestas en relación con el turismo -pero nunca sólo con el turismo- se sucedieron. Javier Fernández Rodríguez, presidente del Sporting, propone la creación de un Centro Internacional de Estudios Avanzados en el Deporte. Parte de la base de que el turismo deportivo cobra cada vez más importancia.

El catedrático de Economía Aplicada y exrector de la Universidad de Oviedo, Juan Vázquez, pone el acento en la necesidad de "conectar sectores" y retoma una idea: la creación de una agrupación sectorial de Sanidad, Agroalimentación y Turismo. Capaz de generar conocimiento, innovación y, por supuesto, negocio.

Vázquez reclama nuevas oportunidades de acceso a mercados emergentes "asociados a los mayores en materia de salud, ocio o bienestar" y "potenciar flujos turísticos asociados con servicios sanitarios de alta calidad". Como ejemplo de que la idea sirve, es bueno recordar el tirón oftalmológico de la clínica Fernández Vega.

Sin relevo generacional la actividad se enquista y acaba por disolverse. Vale la reflexión para cualquier sector. La investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Carmen Martínez, tiene claro que si no se garantiza ese relevo en un sector que ella conoce muy bien, el del vino de Cangas, todo lo mucho realizado hasta la fecha queda en peligro. Martínez cree que hay que abordar "la consolidación de la zona vitícola y la renovación del viñedo con las variedades autóctonas" pero nada de eso servirá si no hay traspaso del testigo de padres a hijos.

Crear una escuela de sucesores, propone la presidenta de la Asociación Asturiana de la Empresa Familiar, Eva Rodríguez. Un lamento por su parte: "en Asturias nos faltan vocaciones emprendedoras y ambición". Una reflexión muy de sentido común: "es más lógico, barato y eficaz mantener abierto un negocio que crear uno nuevo". Y un objetivo: esa escuela de sucesores "para transmitir y dar continuidad". Algo parecido a una escuela de negocios con participación activa de las dos generaciones de cambio: quienes tienen mucho que contar y quienes necesitan escuchar mucho.

Ese relevo generacional es uno de los retos del campo asturiano. La presidenta de la Cooperativa Agraria Campoastur, Mari Cruz Fernández, recuerda un dato: la edad media de los profesionales del campo asturiano es de 50 años. Quienes vienen detrás se encuentran con burocracia excesiva y en ocasiones escaso reconocimiento social.

Mari Cruz Fernández reivindica "la mejora de la red de Internet en el entorno rural asturiano". Su situación actual le surgiere un calificativo: penoso. Y pone el acento en el desarrollo de la horticultura, la fruticultura, la agricultura ecológica y el área forestal, ese tesoro al que Asturias saca muy escaso provecho para las potencialidades que abriga.

La demonización del empresario es una de las tentaciones más estúpidas. "Dignificar al empresariado" es la idea fuerza de Pedro Luis Fernández, presidente de FADE.

Pero más allá de criterios de prestigio, el futuro de Asturias tiene mucho que ver con el tamaño de sus empresas. El director general de Capsa Food (Central Lechera Asturiana), Guillermo Tellado, señala que solamente el 0,5% de las empresas asturianas tienen más de cincuenta empleados. En España casi el 94% de las empresas no alcanzan los diez empleados.

Se requiere masa crítica y músculo para abordar un futuro que, según Tellado, va a estar definido "por la productividad y el exterior". Y en materia de productividad el tamaño condiciona: "Si la estructura empresarial española fuera igual a la de Alemania, su productividad sería un 13% mayor".

El profesor emérito de la Universidad de Oviedo, José Coca Prados, hace hincapié en el sector que él conoce al dedillo: el químico. Y pide dar un salto. Por ejemplo, con la creación de centros investigadores para la industria, que los financiaría en su mayor parte. O la creación de centros mixtos público/privados para colaborar con las pymes. Y retoma una idea aparcada desde 2011 en Asturias: el Centro de Tecnologías Limpias.

Coca menciona el peso específico del sector químico en Asturias, con 112 empresas y pide superar los tópicos negativos sobre el sector.

El catedrático de Análisis Económico Joaquín Lorences, desgrana esa especie de balance vegetativo entre las firmas que nacen y que mueren, y llega a la conclusión de que en Asturias "se están poniendo los pilares de un nuevo sistema productivo basado en el conocimiento y la tradición industrial asturiana".

Van a la baja los grandes sectores industriales, pero emergen y se consolidan lo que él denomina las "subramas" como, por ejemplo, los servicios relacionados con las nuevas tecnologías. Detectarlas y tenerlas en cuenta es uno de los deberes para la Administración.

María Teresa Mallada, presidenta del grupo Hunosa, pone a su empresa como ejemplo de desarrollo de nuevas fuentes energéticas. Y menciona tres, con experiencias ya contrastadas: geotermia, biomasa y biogás.

Eso se llama "modernidad tecnológica" pero también cambio de imagen, sostenibilidad y economía. Del tronco de empresa tradicional, nuevas ramas.

El presidente del empresariado del sector metal, Femetal, Guillermo Ulacia, pide "una estructura empresarial más flexible" y una "transformación del sistema fiscal y financiero" para más pronto que tarde. Con esas bases y otras más será menos complicado que el conocimiento y la tecnología lleguen al mercado.

La industria en Asturias representa más del 20% del PIB regional, recuerda Ulacia por si alguien tiene la tentación de ningunearla. El Metal ha perdido en la región el 21% de su masa empresarial en los últimos siete años -añade.

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