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Cae el negocio hotelero para fin de año: los alojamientos se quedan al 75% de ocupación

Las reservas para las fiestas y las cenas con cotillón se adelantan y los hosteleros de la región prevén buenos resultados

Asistentes a una celebración de fin de año en Oviedo. LNE

Las reservas de plazas hoteleras para fin de año no están siendo todo lo abundantes que deseaba el sector. Es más, incluso se han quedado algo por debajo del año pasado, con aproximadamente un 75% de la ocupación a falta de las que se realizan a última hora. Más satisfechos están los hosteleros que organizan fiestas y cenas con cotillón para la Nochevieja, con unas reservas que cada vez se adelantan más y que hacen prever un éxito total.

La ocupación hotelera para fin de año no es todo lo halagüeña que se esperaba para cerrar el ejercicio, según confirmaron ayer fuentes de la patronal de turismo de Asturias, Otea. "Está un poco flojo, algo más bajo que el año pasado", indicaron, antes de señalar que se calcula que roza aproximadamente el 75% de ocupación a la espera de las confirmaciones que se producen en el último momento.

Esta tónica ya se registró en las últimas fiestas que se celebraron a principios de diciembre, con el tradicional puente de la Constitución y la Inmaculada. Pese a los pronósticos iniciales, tampoco se consiguió llegar al nivel de ocupación que se había logrado en años precedentes.

"Quizás es por el efecto calendario", explicaron desde Otea. En el puente de la Constitución y en el de La Inmaculada hubo colegios y al final era una semana entera que nadie podía parar. "Se trabajó casi con normalidad porque si no eran muchos días de fiesta con las navidades encima", añadieron desde la patronal.

Ahora, los hoteleros suponen que el efecto es algo similar. "Los que viajan para ver a la familia aprovechan que el lunes también es fiesta y entonces son pocos los que van de hotel, aunque salgan de fiesta", afirmaron las mismas fuentes.

En ese sentido, quienes sí se muestran satisfechos con las reservas son los hosteleros que han organizado fiestas para celebrar la entrada del nuevo año y los que tradicionalmente ofertan la cena de Nochevieja y cotillón.

"La actividad es bastante buena. Las reservas se adelantan cada vez más y se nota el incremento de personas que salen a cenar fuera y continúan la fiesta de madrugada, aunque no pernocten en hotel y regresen a sus casas", explicaron desde Otea.

Tanto los hoteleros como los hosteleros están moderadamente satisfechos con los resultados obtenidos este año, que reflejan una clara mejoría respecto de años anteriores y que ya se empieza a traducir en la recuperación de beneficios, aunque también matizan que no se dan por igual en los distintos subsectores del turismo ni tampoco en todos los negocios.

La Nochevieja era la última prueba de fuego para cerrar con éxito el ejercicio y también para analizar las circunstancias de por qué no se han cumplido las expectativas en algunos casos. Desde Otea se trabaja en la búsqueda de nuevas fórmulas que permitan atraer un mayor número de turistas a la región y con visitas desestacionalizadas, es decir, a lo largo de todo el año.

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