Es ese complemento que da un toque diferente y que puede ser no sólo llamativo, sino también divertido, por ejemplo, para romper con la sobriedad del traje con corbata. Son los calcetines. Calcetos, en asturiano. Esa prenda que está abandonando la categoría de ropa interior para alcanzar la de complemento. Ahí es adonde la quieren elevar tres emprendedores ovetenses que han creado la primera marca asturiana de diseño de calcetines. Una bocanada de color con pictogramas como la botella y el vaso de sidra y la manzana, para identificar a su tierra. O el Big Ben en los dedicados a Londres, o la Vespa italiana, en los que se inspiran en "el país de la bota".
Los hermanos Javier y Benjamín Conde y su amigo Borja García llevaban tiempo dándole vueltas a la idea de montar una empresa, y como a los tres les gustan los complementos de moda, pensaron que ése sería el campo de trabajo. Pero faltaba concretar el producto y resolvieron que el calcetín centraría todos sus esfuerzos.
"Es un producto de uso diario, muy básico, pero queríamos darle un toque divertido y que refleje la personalidad de quien lo usa", explica Javier Conde.
Una vez que la idea estaba clara, se pusieron manos a la obra. Hace de eso un año. "Buscamos en Asturias dónde los podían fabricar, pero no encontramos nada. Ampliamos a todo el Norte y al final nos dijeron que lo mejor era ir a Alicante, que allí se trabaja mucho el textil", relata el joven emprendedor.
La primera colección, "Travelers", salió al mercado en octubre y está siendo todo un éxito en España y en el Reino Unido, donde reside y trabaja Borja García. "En el norte de Europa piensan que el calcetín es un complemento que hay que lucir. Por eso se los ponen con chanclas y sandalias. Aquí ya se empieza a ser más atrevido y se va dejando el negro para ir a colores divertidos y atrevidos", subraya Javier Conde.
Estos emprendedores ovetenses juegan con una paleta de colores más formales y elegantes para los más serios, y otros más divertidos para los más atrevidos.
Su primera colección inspira a recorrer los lugares que dan nombre a los modelos que la componen y que por distintos motivos son importantes para estos empresarios: Oviedo, Sevilla, Londres, Roma, Cartagena, Nueva York y Tenerife. Hay sólo dos colores de cada modelo y tienen su pictograma identificativo.
"Pusimos la empresa como un hobby, porque cada uno de nosotros tiene su actividad profesional y sólo era para dar salida a nuestra vena empresarial. Pero estamos sorprendidos por la acogida que han tenido nuestros calcetines", asegura Javier Conde.
La segunda colección de Galerna, la primera marca de diseño de calcetín asturiano, saldrá para la primavera, aunque sus dueños no quieren adelantar nada "porque se está ultimando todo, lo estamos afinando", añaden. Pero el éxito cosechado hasta ahora les hace pensar en ir más allá y que el día de mañana puedan ampliar el negocio a otros complementos: gemelos, pañuelos, corbatas, pajaritas, ropa interior...
"Vamos a ir poco a poco, pero seguros", afirman los jóvenes ovetenses que triunfan vistiendo los pies con un toque chic.
