Una modesta falla, de apenas 70 falleros, en la localidad de Massanassa (Valencia) repartió buena parte de los décimos del tercer premio, el 85073, vendido íntegramente por la administración de lotería número 2 de Benetússer, un municipio próximo a la capital valenciana. Algunos de los décimos afortunados viajaron a la localidad de Alpuente y otros fueron a manos de la falla Jaume I, situada en uno de los barrios más humildes de Massanassa.

Se trata de una falla pequeña, no más de 70 falleros, que en 2017 no tenía previsto plantar la falla grande debido a los apuros económicos. Pero eso ha cambiado. El presidente, Juan Miguel Carmona, accedió este año a la presidencia en un "momento muy difícil". Alegre porque la falla tendrá unos ingresos extra, al menos un décimo, resaltaba sobre todo "lo bonito" de haber llevado millones "a gente muy humilde del barrio, que lo necesitaba igual o más que nosotros". De hecho, la pasada semana la junta directiva realizó una reunión para ver qué hacían de monumento grande al no tener dinero para encargarlo. "Serán unas fallas difrentes", vaticinó Carmona.

Ana Villamayor, hija Damián y Bonifacia Villamayor, regentes de la administración de lotería afortunada, se mostró "muy feliz" por haber sido los encargados de vender un tercer premio que, según ha explicó, está "bastante repartido por todo el pueblo".

"La gente está ya abriendo el vino y celebrando", señalaba en mitad del festejo por el premio que había contribuido a repartir. "Siento mucha felicidad de ver a la gente feliz. Es una sensación genial", remarcó.