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La industria como factor determinante

Los estudios permiten conocer y ponderar las fuentes contaminantes, tras lo que la cuestión es qué medidas tomar en condiciones adversas

Dicen los entendidos que el resultado de una encuesta puede variar en función de cómo se formule la pregunta. Algo parecido opinan los ecologistas que ocurre con la medición de la calidad del aire. Eso explica que en menos de un año Trubia haya pasado de ser estadísticamente una ciudad con aire limpio a convertirse en uno de los puntos negros de la contaminación, algo que ocurrió con sólo cambiar la estación de medición y ubicarla cerca de la batería de coque de la que se habían quejado durante años los vecinos.

También explica que la estación de control de la Avenida de La Argentina, en Gijón, haya reducido notablemente el número de días al año con mala calidad del aire, después de que se comenzara a aplicar un coeficiente reductor a las mediciones efectuadas, al considerar que parte de la contaminación detectada es polvo proveniente del Sahara.

Las principales fuentes de contaminación son el tráfico y la industria, sus efectos son acumulativos y se potencian cuando las condiciones meteorológicas son adversas, como ha ocurrido estos días. No sólo son las sustancias que emiten, sino que en la propia atmósfera reaccionan entre sí originando otros contaminantes.

El Principado ha realizado estudios en Gijón y Avilés para determinar el origen de la contaminación, en los que se concluyó qué partes de las ciudades estaban más afectadas por la industria, el Puerto o el tráfico. En Gijón también se estableció una relación directa entre los días con peor aire y la contaminación industrial. También se pudo determinar la procedencia de la polución comparando las muestras de las estaciones de control con otras de graneles y de filtros de chimeneas industriales. A veces no hace falta ni eso, si lo que aparecen son partículas de hierro o de zinc. Ese tipo de estudios también puede determinar hasta qué parte de la contaminación tiene que ver con la quema de combustible por los vehículos o con el desgaste de neumáticos y frenos.

Las fuentes se conocen y su peso en cada área se puede calibrar. La cuestión es qué hacer después. Lo más básico parece obligar a que se cumpla la normativa. Ha habido sanciones a industrias, aunque está por ver su efectividad. Un ejemplo; Arcelor fue multada en 2015 por incumplir medidas correctoras que el Principado le había impuesto en 2013 y la respuesta de la siderúrgica fue que no acabaría de implementarlas hasta 2017.

El asunto es más peliagudo. Si persisten los periodos de sequía e inversión térmica que impiden dispersar los contaminantes, podemos encontrarnos con altos índices de polución aunque todos los tubos de escape y chimeneas estén en regla. Si es cierto que la contaminación afecta a la salud, como dice la OMS, esto puede acabar suponiendo un dilema.

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