Asturias fue ayer un congelador. Los termómetros cayeron hasta los menos 5,2 grados en Piloña, siendo la temperatura más baja de este invierno. El mercurio alcanzó este valor a la una de la tarde y no de madrugada como es habitual. Heladas no obstante hubo en todo el Principado: Gijón, que registró menos 3,9 grados a las cinco y diez de la tarde, estuvo cerca de superar su récord de enero de 1985 de menos 4,6 grados. El frío continuará hoy, aunque aflojará, según las previsiones. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) espera mínimas de hasta tres grados y máximas de trece.

Después de Piloña, el valor más bajo lo dio ayer Pola de Somiedo (menos 4,7), seguido de Pola de Lena (menos 3,9). Estas temperaturas confirman el fenómeno de inversión térmica. Es más, el puerto de Leitariegos, a 1.530 de altitud, marcó cero grados, mientras que Pajares, 0,1. La máxima se quedó en 12,9 grados en Castropol y se registró a las cinco menos veinte de la tarde. Los prados de la región amanecieron cubiertos de escarcha.