Dos marroquíes, Malika E. y Said B., han aceptado esta mañana en la sección tercera de la Audiencia Provincial una condena de un año de prisión por inmigración ilegal. Los acusados crearon una red para traer a España a compatriotas, tras convencer a siete vecinos de Cudillero y Avilés para que elaborasen falsos contratos de trabajo para solicitar luego permisos de residencia. Los contratos eran para empleados de hogar. La fiscal Belén Rico pedía inicialmente seis años de prisión, pero accedió a reducir esta pena en atención a las dilaciones indebidas que ha sufrido el caso, que fuie instruido en Pravia. Los hechos se remontan a 2003 y 2004, se comenzó a investigar en 2006, pero no ha sido juzgado hasta 2017.

El ministerio público decidió retirar los cargos que pesaban sobre seis vecinos de Cudillero y Avilés, para los que pedía un año de prisión, al entender que los delitos que se les imputaban (falsedad en documento público) han prescrito. Había un séptimo asturiano acusado, pero ha fallecido. La administración podría iniciar un expediente de expulsión para Said B., al ser condenado a un año de prisión, no en el caso de Malika E., que tiene la doble nacionalidad marroquí y española.