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Maestros Y Discípulos

Xosé Anxelu G. Morán: "La ciencia, como la sanidad, no puede parar en tiempo de crisis"

Tamara Huete: "Para ser un buen científico hay que ver otros laboratorios; el problema es volver para traer lo aprendido"

Tamara Huete y Xosé Anxelu G. Morán, en Gijón, en el entorno del Oceanográfico. JUAN PLAZA

Cuando Tamara Huete inició en 2011 su vinculación con el Centro Oceanográfico de Gijón del Instituto Español de Oceanografía (IEO) eran diez alumnos de doctorado. Hoy no queda ninguno, lamenta esta joven, licenciada en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid, quien tras un tiempo trabajando en Murcia y en Santander llegó a Asturias, becada por la Fundación Iberdrola, para cursar el máster en Biodiversidad Marina y Conservación en la Universidad de Oviedo. "A través de él conocí a mi director de tesis y tuve mi primer contacto con la microbiología marina", subraya. De aquellos diez doctorandos "no ha habido renovación", advierte Tamara, "eso es una pérdida para el centro y para la investigación en general ya que los doctorandos mueven una parte muy importante del trabajo en investigación". A su juicio, existe "poca financiación" pero, además, la burocracia que acompaña a cualquier proyecto "limita y ralentiza muchísimo las posibilidades de investigar. Es imposible avanzar en Ciencia si la mitad de la jornada laboral consiste en rellenar justificantes de gastos y pelear con la Administración".

Con Tamara Huete coincide su director de tesis, Xosé Anxelu G. Morán, doctor en Biología por la Universidad de Oviedo, quien tras realizar su trabajo de tesis en el Institut de Ciències del Mar (CSIC) de Barcelona, lleva vinculado al Oceanográfico de Gijón desde 2001. "Una gran parte de los investigadores han sufrido los recortes y la pérdida de poder adquisitivo. Sin embargo, nada impide que la remuneración sea acorde con los resultados obtenidos. Hoy por hoy, cobra casi lo mismo el investigador que produce mucho y bueno que el que no publica artículos científicos", opina Morán. A su juicio, ni España ni Asturias pueden quejarse de la capacitación de sus investigadores "pero la I+D requiere fondos y personal suficientes para que los resultados sean visibles y nos permitan avanzar. Pretender ser una potencia tecnológica sin invertir en ciencia básica es un sinsentido y tal parece que es lo que guía últimamente a la mayoría de nuestros representantes".

En ciencia básica, maestro y discípula han logrado unos resultados hasta ahora poco conocidos en el estudio de cómo afecta el calentamiento global a los océanos. El trabajo de tesis de Tamara se ha centrado en el estudio de las bacterias heterotróficas del Cantábrico central y en su respuesta a la temperatura en el marco de ese calentamiento global. Estas bacterias necesitan aportes externos de materia orgánica por lo que, además de ser fundamentales en el reciclaje de nutrientes inorgánicos, tienen un papel fundamental en el ciclo del carbono y en las redes tróficas planctónicas. "La temperatura es un factor que determina muchas propiedades de esos microorganismos", precisa Huete. Y desde 1970 la temperatura en el Atlántico Norte ha aumentado a un ritmo de 0,25 grados centígrados por década. Una situación que puede implicar desde alteraciones en el desarrollo de los organismos que habitan los océanos, hasta alteraciones cambios en sus tasas metabólicas o patrones de distribución, o la extinción de determinadas especies.

"En la tesis analizamos el efecto de la temperatura en una serie temporal de diez años, dentro del programa Radiales del IEO y través de incubaciones experimentales con modificación de temperaturas. También utilizamos otras técnicas moleculares para estudiar la diversidad bacteriana y la incorporación de radioisótopos para medir la participación en flujos de carbono", relata la joven investigadora. ¿El resultado? "El incremento de la temperatura de los océanos tiene consecuencias para las bacterias superficiales", detalla Huete tras el análisis de las muestras en una estación de referencia en el Cantábrico central, a una profundidad de 110 metros sobre la plataforma continental y una distancia de 16 kilómetros de la ciudad de Gijón. Esa estación presenta las características típicas de un sistema templado donde existen de forma estacional períodos de mezcla y de estratificación en la columna de agua. Los cambios en la temperatura del mar implican que "la actividad de las bacterias (y el ciclo de carbono y reciclaje de nutrientes) podría verse afectada. También hemos visto que las bacterias tienden a ser más pequeñas y cambian su composición hacia bacterias de ambientes más limitados en nutrientes", detalla como conclusiones de su tesis.

"Estos microorganismos son fundamentales para el funcionamiento de la Tierra", indica su director de tesis, "participan en todos los ciclos bioquímicos por lo que cualquier cambio en su biomasa o actividad tiene implicaciones en la capacidad de los océanos para mitigar el cambio climático". Según Morán, los resultados de la tesis de Tamara Huete "posiblemente sean representativos de otros ecosistemas templados del planeta".

En este y en otro tipo de trabajos, maestro y discípula coinciden en la importancia de una buena labor de divulgación de la investigación. "Falta cultura científica pero también es un error propio de los científicos; es necesario realizar un mayor esfuerzo de divulgación", opina la joven, "si no se valora la investigación como una necesidad básica de la sociedad, es imposible que consigamos que sea una prioridad de inversión". Gutiérrez Morán cree que estamos lejos de la media europea. "La sociedad debe entender que la Ciencia, como la Sanidad o la Educación, no puede detenerse en períodos de crisis, a la espera de tiempos mejores", razona.

En esa búsqueda de mejores oportunidades, Tamara Huete ve fundamental la experiencia en el extranjero. "Para ser un buen científico hay que ver otros laboratorios, aprender de otros investigadores y colaborar en diferentes proyectos. Sin embargo, salir no es el problema, el problema es volver a entrar para traer de vuelta todo lo que se ha aprendido", afirma. En cuanto obtenga el visado, la joven iniciará una estancia posdoctoral en Arabia Saudí, para cambiar el estudio de las bacterias del Cantábrico por las del Mar Rojo, en la King AbdullahUniversity of Science and Technology (KAUST) donde Gutiérrez Morán es profesor desde 2014. "Para los investigadores no solo es conveniente sino que debería ser obligatorio pasar un tiempo en el extranjero. Te abre la mente y te permite cuestionarte lo aprendido, algo fundamental en Ciencia", dice el maestro, "pero si esa emigración se convierte en permanente y no es posible retornar ese bagaje al país que financió buena parte de tu formación algo falla en la base del sistema científico". "El futuro es muy oscuro para los nuevos investigadores. La Ciencia me encanta pero por desgracia si quiero volver a España es posible que me dedique a otra cosa que tenga mejores condiciones laborales o algo de futuro", asegura Tamara Huete, muy ilusionada ahora con el proyecto de Arabia Saudí.

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