La que ya ha sido bautizada como "la gripe más virulenta que ha sufrido Asturias en los últimos ocho años" -y, ojo, esto no ha terminado- está poniendo contra las cuerdas al sistema sanitario regional. "Nuestros hospitales están prácticamente al completo en cuanto a ingresos, salvo el de Cangas del Narcea, que está al 90 por ciento, y el de Jarrio, que está al 80 o al 85 por ciento", admitió ayer el consejero de Sanidad del Principado, Francisco del Busto.

El titular de Sanidad hizo un llamamiento a la población para que acuda a los centros de salud a ponerse las 30.000 vacunas que han sobrado de la última campaña de inmunización. A lo largo del pasado diciembre, unos 20.500 asturianos fueron al médico y se les diagnosticó una gripe. Aparte están los que han pasado la enfermedad sin acudir a un centro sanitario.

En la rueda de prensa posterior a la reunión de ayer del Consejo de Gobierno, Del Busto anunció que ha pedido a los especialistas de su Departamento un informe que explique por qué en Asturias la curva epidémica se ha adelantado tres semanas con respecto al resto del país y por qué la tasa de gripe quintuplica el promedio nacional. "Espero tener una respuesta en los próximos días. No nos vale apelar a las temperaturas, al tipo de germen o al tipo pacientes, porque todo el norte tiene población envejecida y las temperaturas son parecidas a las del País Vasco y Cantabria. Lo que ha sucedido este año es extraño respecto a otros", señaló el Consejero. Conviene reseñar que, pese a esta disparidad estadística, en otros puntos de la geografía española la situación sanitaria también es crítica.

Algunos especialistas vislumbran un cambio de costumbres por parte de los ciudadanos, que lleva a muchos de ellos a evitar el paso por el centro de salud y a acudir directamente a los servicios de urgencias de los hospitales. "Parece que la gente no quiere esperar, busca soluciones más rápidas y eficaces, y entiende que eso va a encontrarlo más fácilmente en los hospitales", argumentan los promotores de esta tesis. La consecuencia es un desbordamiento de los centros hospitalarios.

"Ante la gripe, creemos que lo prudente es recomendar a los pacientes jóvenes y a los que no tengan otras patologías previas que acudan a las urgencias de los centros de salud, o que simplemente la cuiden con antitérmicos y reposo", señaló Luis Hevia Panizo, gerente del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), quien precisó que es muy distinta la situación de los enfermos de edad avanzada y con problemas de salud crónicos, colectivo en el que se está cebando la epidemia gripal de este invierno, causada por el virus A(H3N2).

En el HUCA, a causa de la falta de camas, se han suspendido las operaciones programadas y no urgentes de ayer y hoy. Los responsables del complejo sanitario de La Cadellada aspiran a recobrar la normalidad mañana viernes. En el Hospital San Agustín de Avilés se aplazaron intervenciones quirúrgicas en días pasados y no descartan tener que hacer lo mismo en días venideros, pero en el momento actual el ritmo de los quirófanos es normal. En el Hospital de Cabueñes de Gijón no se ha alterado hasta el momento la programación quirúrgica.

"Nuestra previsión es que en las dos próximas semanas disminuya la tasa de incidencia, que todavía está como nunca ha habido: por encima de 600 casos por cada 100.000 habitantes", señaló Del Busto. Es muy posible que la realidad le dé la razón, al menos a corto plazo. Los datos que hoy se harán públicos, correspondientes a la primera semana de este año, seguramente arrojarán una cifra inferior a los 636 casos por 100.000 de la última semana de 2016. Con todo, conviene ser prudentes.