La Facultad de Derecho de la Universidad de Oviedo perdió ayer a uno de sus pilares. El fallecimiento de Andrés Corsino Álvarez Cortina, catedrático de Derecho Eclesiástico y de decano de la Facultad desde mayo de 1996 hasta noviembre de 2004, causó hondo pesar en la comunidad universitaria.

Gijonés de nacimiento que vivió siempre a caballo entre las dos principales urbes del Principado, fue alumno del centro que él mismo llegó a dirigir. Antes fue secretario del departamento de Ciencias Jurídicas Básicas, desde el 23 de septiembre de 1993 hasta el 26 de mayo de 1996. Patrono de la Fundación Universidad de Oviedo (FUO) desde sus inicios, en 1998, hasta el año 2000, Álvarez Cortina fue abogado en ejercicio en los colegios de Oviedo y Gijón desde 1976 hasta 1985. Además llegó a ser director del departamento de Ciencias Jurídicas Básicas, donde inició su carrera académica.

Reconocido experto en Derecho Eclesiástico, era miembro de la Asociación Española de Canonistas, investigador en el Instituto Martín de Azpilcueta de la Universidad de Navarra y miembro del Consejo Asesor de la Revista General de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado.

Antes de asentarse definitivamente en la Universidad de Oviedo, el exdecano de Derecho pasó un tiempo en la Universidad de Granada. Casado con María Ceñal, con quien tuvo dos hijos, era un habitual de los veranos en Luanco. Álvarez Cortina hacia gala de su asturianía allá donde iba, incluso durante su etapa en Londres junto a su amigo Ramón F. Mijares, con quien fundó el despacho de abogados Jesús Martínez Barrial. Su carta de presentación al decanato era "diálogo" y "colaboración" y así lo hizo saber a sus colaboradores en todos los puestos que ocupó a lo largo de su trayectoria en la Universidad y en el ejercicio de la abogacía.

Como legado deja diferentes publicaciones sobre la libertad religiosa en España, el repertorio legislativo y jurisprudencial del Derecho Eclesiástico, aspectos de régimen económico y patrimonial de las confesiones religiosas o la revisión "post mortem" de la sentencia canónica matrimonial, entre otros textos . Formó parte, además, de la veintena de autores que realizaron un exhaustivo estudio sobre la historia del centro académico, desde sus orígenes en 1608, hasta 2008.