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JOSÉ CARLOS DÍEZ | Coordinador del proyecto económico del PSOE

"El PSOE no está contra las empresas pero siempre estará con los trabajadores"

"Se ha acabado la recesión, pero la crisis no habrá acabado hasta que baje la tasa de paro a un nivel razonable"

José Carlos Díez, retratado en Valencia. GERMÁN CABALLERO

Llega al PSOE sin militar y "para devolver lo que debo", dice José Carlos Díez, el nuevo hombre fuerte del área económica del partido, formado con becas en una universidad creada durante los gobiernos socialistas de la que ahora es profesor. "Me llevo bien con todos. También con Patxi López", desliza a modo de advertencia ante quienes sitúan a la vera de Susana Díaz a este economista mediático, hombre de confianza del expresidente Zapatero y consultor de cabecera del presidente valenciano, Ximo Puig, pese a no militar en el socialismo. La gestora le ha encargado coordinar el documento económico para el congreso de junio.

-¿Cuál es su diagnóstico sobre el desapego hacia el PSOE de las mayorías electorales?

-Tiene que ver con la crisis, durísima. Una crisis así, la mayor desde la guerra civil, genera un descontento justificado. Le ha pasado también al Gobierno de Rajoy, que ha perdido tres millones de votos.

-Y Trump gana con un discurso proteccionista. ¿Es el mensaje a comprar?

-No. Trump ha perdido por tres millones de votos. No discuto su legitimidad, pero el PSOE no está ni en el proteccionismo ni en el libre mercado sin restricciones. En una playa entre la izquierda y la derecha estamos cómodos en el centro-izquierda. En esa franja entre Podemos y Ciudadanos queremos hacer un proyecto ilusionante para que una mayoría nos vuelva a dar su apoyo para transformar la sociedad.

-¿Con qué objetivo?

-Construir un país con más empleo y mejores salarios que así tenga más ingresos para el Estado del Bienestar y la educación y que valore la meritocracia. Los principios son los mismos.

-¿Hasta dónde hay que reformar entonces la socialdemocracia?

-Lo que tiene que hacer es adaptarse al nuevo mundo. Algunos quieren volver a 1982, cuando no había móviles y se consumían combustibles fósiles como si no hubiera un mañana. Me gusta el mundo actual más que el de 1982 y no podemos aplicar las mismas políticas que entonces. EE UU lo ha entendido mejor. En Europa, una parte de la izquierda es reacia al cambio. Sin embargo, la sociedad española tiene una mayor capacidad de adaptación.

-¿Más que la izquierda?

-Más que todos los partidos. La opción no es tecnología sí o no, sino si desarrollamos esa tecnología o si la hacen los chinos y ganan ellos la tecnología y la riqueza. El PSOE no va a estar en Marinaleda, pero es verdad que hay un miedo al empleo que la socialdemocracia ha de gestionar. Luchar contra la precariedad y la desigualdad son fundamentos del PSOE desde Pablo Iglesias.

-El miedo al empleo es más bien miedo al desempleo..

-Sí. Miedo a quedar apartado. Por eso, lo primero van a ser políticas activas de empleo. En Valencia, cuando el PSOE llegó al gobierno no había ningún orientador para volver al mercado de trabajo, pese a ser el momento de mayor desempleo histórico. Ahora hay catorce. Esa es la prioridad. Y para los que no lo consigamos, van a tener una renta mínima, que les va a garantizar que no van a ser pobres, y unos servicios básicos para no estar en exclusión social.

-Una consecuencia de esta crisis es que las clases medias y bajas están hartas ya de ser las sufridoras del parón económico...

-Sí. Pero si cogemos perspectiva desde 1975, el 10 % de los españoles más ricos ha perdido relevancia, a diferencia del resto del mundo. Y desde 2007 hasta aquí también. Las clases medias han sido las ganadoras gracias a la socialdemocracia. Lo que pasa es que la crisis ha sido muy dura: mucha gente vinculada a la construcción ha quedado fuera y todos los jóvenes, sin excepción, están mal pagados. Eso es lo que queremos solucionar.

-La duda es si se puede ofrecer una política económica diferente a la de la UE.

-Es evidente que estamos en un mundo globalizado. Nosotros queremos un relato socialdemócrata para España, pero también para Europa y el mundo. Ese es el mensaje, pero, como decía con el ejemplo de los orientadores de la Comunitat Valenciana, se puede actuar desde el ámbito local. Andalucía ha subido en 2017 el presupuesto de sanidad en 500 millones y en Baleares se ha reducido la temporalidad laboral mediante inspecciones. No somos comunistas, no estamos contra las empresas, pero si hay un conflicto siempre vamos a estar del lado de los trabajadores. Nos parece una injusticia que no se reparta equitativamente el aumento de la tarta.

-¿Qué debe hacer un gobierno del PSOE si llega la UE con un recorte de miles de millones?

-Lo que haríamos es cambiar la reforma laboral para subir los salarios más bajos y, especialmente, de los más jóvenes. El peso de los salarios ha bajado dos puntos en el PIB desde 2011. Si volvemos a revertir esos salarios tendremos más dinero para pagar el Estado del Bienestar. Es lo que ha hecho España desde 1980. Con internet, globalización y paraísos fiscales, ha aumentado la renta por habitante por cuatro veces, pocos países lo pueden decir.

-¿El presidente valenciano es un ejemplo a seguir en política económica?

-Soy muy amigo de él. Es un ejemplo a seguir como persona, como gobernante y por sus políticas. Es un socialdemócrata de pata negra, se lo cree, y Valencia está mejor hoy que cuando llegó al gobierno. Es la región más dinámica de España después de Canarias y Baleares. El empleo en la industria de Alicante ha crecido un 15 %, que es brutal. Los socialdemócratas queremos hacer un relato en positivo.

-¿La crisis se ha acabado?

-No. Se ha acabado la recesión. La crisis no habrá acabado hasta que baje la tasa de paro a un nivel razonable y la deuda pública se estabilice.

-Dice que Zapatero no fue el culpable de la crisis, ¿pero lo fue de no quererla ver y de no gestionarla bien?

-Creo que fue una crisis de deuda provocada por una burbuja inmobiliaria y un boom de crédito. Y una crisis privada, de una parte de las familias, que tampoco eran culpables de querer comprar una casa, pero que se sobreendeudaron. Zapatero tuvo también superávit y la deuda más baja de la historia. Aunque hubiera aceptado antes la crisis, no había políticas para frenar el pinchazo de la burbuja.

-¿Ve posible pactar una política económica con Podemos?

-Sí. Hubo un tiempo antes del 26 de junio que decían que querían ser socialdemócratas. Así sería más fácil. Ahora están derivando al anticapitalismo y todo se empieza a parecer a lo de Anguita. Nosotros no somos comunistas. El PSOE nunca lo ha sido.

-¿Haría un programa económico para Podemos?

No. Yo soy socialdemócrata desde pequeñito. Soy de una familia muy humilde y estudié con una beca concedida por un gobierno de Felipe González en una universidad pública creada por un gobierno socialista de la que ahora soy profesor. He venido aquí a devolver lo que debo.

-Y supongo que aspirará a ser ministro si hay un gobierno socialista.

-Ahora pienso en que tengo un mandato de cuatro meses y que como dice Simeone: partido a partido. Tenemos que llevar el mejor proyecto a nuestras agrupaciones para convencer y tener once millones de votos como en 2008.

-¿Para ese fin, el Estado del Bienestar hay que empezar a guardarlo en un cajón?

-Lo que hemos visto es que teníamos un Estado del Bienestar diseñado para un trabajo de por vida y ahora viene el paro tecnológico. El Estado del Bienestar hay que adaptarlo, pero con el objetivo de no dejar a nadie tirado.

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