Lo llaman "El Sabio" y no es para menos, pues se ha interesado por infinidad de temas a lo largo de su vida en Lastres. También por el tiempo meteorológico y su medición. Enrique Granda empezó en 1946 a trabajar como administrador para los hermanos Victorero, una familia de tres hermanos y tres hermanas que tenía una fábrica de máquinas de liar cigarrillos, las "Victoria".

Fue a través de Juan Vigón, que fue ministro del Aire, como consiguieron una estación meteorológica que colocaron en la huerta de su casa, hoy el colegio de las monjas Dominicas en el barrio de El Piqueru de Lastres. La habían instalado en 1944 y en 1956 pusieron otra junto a la cruz que ellos mismos habían levantado en el Picu Pienzu, en el Sueve. "Éramos veinte obreros y nos íbamos turnando en sábados y domingos", rememora el lastrín antes de adelantar que "la instalación no llegó a estar dos años, pues serraron las cuatro patas de la garita de madera y entre dos o tres duendes la llevaron". En el tiempo que funcionó "el viento más fuerte se registró un 8 de octubre de 1957 con 180 kilómetros hora con aire Suroeste". La máxima del año fueron los 32 grados que se alcanzaron el 19 de agosto de ese mismo año y la mínima los 17 grados negativos hasta los que se desplomó la temperatura el 9 de febrero de 1958. Las lecturas en la estación de Lastres "se hacían a las ocho de la mañana. Cuando ya se iban haciendo mayores, para no madrugar me lo encomendaron a mí", explica "El Sabio", quien lo hizo hasta que la última de los hermanos falleció, en 1983. Granda continuó leyendo diariamente -ya en su casa- los datos de lluvia, temperatura y viento, entre otros factores, hasta que finalizó el año 2016. La media de lluvia de esos cuarenta años (de 1944 a 1984) fue de 1.250 litros por metro cuadrado, mientras que el año pasado llovió 1.324 litros. "El Sabio" no interpreta los datos (lo hizo su hijo Fernando, ingeniero agrónomo, para su trabajo fin de carrera), pero sí repara en las temperaturas mínimas y máximas de cada año. "Por ejemplo, en 1943 no hubo ningún día de temperaturas negativas y las máximas fueron de 20 y 21 grados", destaca "El Sabio".

Ha observado, por otra parte, que en la zona en la que se colocó la estación hay un "micro clima". "Sabemos que el mar regula las temperaturas y lo he comprobado reiteradas veces. Esta misma semana a las 9.00 horas en un termómetro en el centro de Colunga había tres grados negativos y en Lastres cuatro positivos a la misma hora", describe "El Sabio", quien regresó a la villa marinera por Luces y comprobó que allí la temperatura era de dos grados negativos. "También queda demostrado que los días con aires del mar, como el nordeste, impregnados de humedad, la sensación de frío es superior en la costa que en los lugares más apartados", añade el hombre del tiempo en Lastres.