El homicido de dos guardas rurales a manos de un cazador que tenía el permiso caducado en Lérida ha sido la gota que colma el vaso. Los guardas de medio rural exigen un cambio del modelo actual e incluso ir provistos con armas cortas en los servicios de riesgo. Hoy pararán a mediodía para homenajear a los asesinados.

"Por desgracia, es algo que se veía venir", aseguró Miguel Garrido, de AGUMNPA, la asociación que agrupa a los guardas de medio rural en Asturias. "Llevamos un tiempo recibiendo agresiones en Asturias y reclamando mayores medidas de autoprotección", añadió. La primera de ellas sería una reorganización del servicio, que ahora es por concejos y que ellos pretenden que sea por comarcas, con el fin de que cada oficina cuente con más personal. De esa forma se podrían organizar servicios por parejas, menos vulnerables que las actuales, que son individuales. "Y en aquellos servicios que entrañen riesgos, debemos estar dotados de medios de autoprotección, que pueden ser armas cortas, sprays, guantes anticortes... Ante un cazador, vamos a pecho descubierto", señaló Garrido. Ante una posible sanción, hay furtivos que la asumen, y otros que no, "y se les puede cruzar el cable". Garrido aseguró que "la reacción de la Administración frente a este problema ha sido nulo". Ayer, en la Foz de Morcín, la consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez, indicó que "la guardería necesita disponer de capacidad, de autoridad y de respaldo. Evidentemente hay situaciones que conviene analizar pero hay que analizarlas con rigor y en profundidad para adoptar medidas que nos permitan mejorar su seguridad". En cuanto a que los guardas lleven armas, indicó: "Es un debate complejo, necesitaría más información".