Los animales carnívoros salvajes más abundantes en el monte mediterráneo son el zorro, el meloncillo, el gato doméstico asilvestrado, la garduña y, a mayor distancia, el tejón y la jineta, según un estudio realizado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Oviedo con un nuevo método para estimar las densidades poblacionales.

El trabajo, que acaba de ser publicado en la revista Scientific Reports, ha permitido concluir a los investigadores que en la zona de estudio, localizada en Sierra Morena, el zorro es la especie más abundante, con 0,41 individuos por kilómetro cuadrado. Le siguen el meloncillo, el gato doméstico y la garduña, que presentan una densidad similar entre sí, con alrededor de 0,25 individuos por kilómetro cuadrado.

En el estudio se han combinado tres métodos de análisis. La captura-recaptura, cuando todos los individuos de la población son reconocibles; el marcaje-reavistamiento, cuando solamente algunos individuos de la población son reconocibles, y conteos espaciales cuando los animales son irreconocibles. Además se han usado herramientas de muestreo de campo como, por ejemplo, el uso de cámaras automáticas de fotografía y el radioseguimiento.

"Hasta la fecha no contábamos con datos referentes a especies como el meloncillo, cuyos individuos no son reconocibles individualmente. La aplicación de metodologías de análisis espacialmente explícitas, que no requieren necesariamente de la identificación de los individuos, supone un notable avance en el conocimiento de carnívoros crípticos y esquivos, y también en la estima de sus poblaciones", explica el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), José Jiménez, del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos.

"Si queremos que las decisiones de gestión encuentren apoyo y aceptación social, un elemento fundamental es que dichas decisiones estén basadas en información de calidad", subraya el investigador de la Universidad de Oviedo, José Vicente López-Bao, que participó en el programa con el CSIC.

"La información sobre la estructura de una comunidad de animales carnívoros resulta clave para una correcta gestión de estas especies ya que permite, por ejemplo, evaluar de manera estándar y comparable la respuesta que ofrece la comunidad a diferentes acciones de gestión", añade el investigador de la Universidad.