La supresión de los peajes en las autopistas españolas de pago, como es el caso de la del Huerna entre Asturias y León, no entra en los planes del nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que lo considera "inabordable" por el alto coste que supondría. Así lo puso ayer de manifiesto durante una visita a Logroño, cuando, al ser interpelado por su disposición a liberalizar la autopista del Ebro (AP-68) a su paso por La Rioja, descartó tal posibilidad por motivos económicos. "Todo el mundo debe entender que si se liberaliza la AP-68, habría que liberalizar inmediatamente todas las autopistas del país", lo que supondría un gasto de "miles y miles de millones de euros".

La concesión de la autopista del Huerna a la empresa Aucalsa, que, en un principio, expiraba en 2021, fue prorrogada a principios de este siglo por el Gobierno popular de José María Aznar hasta 2050. En 2004, después de que José Luis Rodríguez Zapatero prometiera la supresión del peaje durante la campaña electoral que le llevó a La Moncloa, Aucalsa se mostró dispuesta a negociar por un precio inicial de 1.300 millones de euros. El presidente socialista incumplió su compromiso y todo lo más que hizo fue aprobar unos descuentos para los usuarios habituales de la vía que siguen actualmente en vigor. Así, los cuatro primeros pasos por cualquiera de los puntos de pago se cobran de acuerdo con las tarifas vigentes en cada momento, pero desde el quinto se aplica una reducción del 50%.

Lo que sí pretende Íñigo De la Serna es recuperar el plan de bonificaciones a los camiones para que transiten por las autopistas de peaje cuyo trazado va en paralelo a vías convencionales muy saturadas o peligrosas, algo que ya se ensayó en el Huerna de julio a noviembre de 2015, logrando sacar del puerto de Pajares a uno de cada cuatro vehículos pesados que circulaban por su sinuosa carretera. El Ministro ha avanzado que, en principio, la medida se empezará a aplicar en dos carreteras catalanas.

El precio del peaje del Huerna bajó este año cinco céntimos para los turismos, motocicletas, camiones y autocares de dos ejes que realizan el recorrido completo entre Campomanes y León, o a la inversa. En concreto, pasó de 12,95 a 12,90 euros en el caso de los coches y de las motos, y de 16.45 a 16,40 euros para los vehículos pesados. Se trata de la segunda rebaja anual consecutiva en una vía que está disfrutando de un repunte de los niveles de tráfico, tras evolucionar a la baja en lo más duro de la crisis.