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La brecha de inversión en I+D se dispara en España, con Asturias aún lejos de la media

El País Vasco gastará 11.000 millones en su plan de ciencia de seis años, y Cataluña tiene 25.000 investigadores

La brecha de inversión en I+D se dispara en España, con Asturias aún lejos de la media

La tarta de la I+D+i española está muy mal repartida. La realidad, compleja y que viene de muy atrás, explica en parte la enorme brecha entre dos países en uno. Asturias está en el "país" pobre, en el grupo de esas diez comunidades que no logran llegar al 1% de inversión en el sector en relación con su Producto Interior Bruto. El de Asturias ronda el 0,80 (se ha bajado en los últimos ejercicios); el del País Vasco supera el 2%, y a ese porcentaje se acercan mucho Navarra y Madrid.

La Comisión Europea ha pedido a todas las regiones que fijen prioridades de investigación. Biomedicina y nuevos materiales serán los focos del esfuerzo asturiano. Ya lo son en realidad, al margen de lo que diga Europa.

La especialización ayudará probablemente a los pequeños, y nosotros lo somos mucho. En Cataluña trabajan actualmente unos 25.000 investigadores en un millar de grupos. Cataluña, con, entre otros organismos, 21 centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se queda con alrededor de una cuarta parte de todos los fondos del Plan Nacional de Investigación.

No es un reparto atendiendo a cuestiones de amiguismo o camaradería; es el resultado de una red muy intensa de ciencia y tecnología, que Asturias no tiene. Y de condiciones estadísticas: solo el municipio barcelonés de L´Hospitalet de Llobregat tiene más de una cuarta parte de la población total del Principado.

El nuevo Plan de Ciencia y Tecnología en Asturias en el que el Gobierno regional trabaja y que previsiblemente verá la luz dentro de un año, marcará la línea a seguir. Entre 2013 y 2016 el Principado destinó 282 millones a actuaciones del plan de ciencia actual, a los que hay que sumar otros casi 78 del presupuesto previsto para este ejercicio. En total, el gasto asturiano en I+D en 2015, último año en el que se tienen datos, ascendió a 158 millones, con tres mil empleos.

Son cifras estimables pero nuestra Liga no es de Primera. El País Vasco prevé invertir en su Plan de Ciencia, Tecnología e Investigación 2014-2020 la friolera de 11.000 millones de euros, de los que más de 6.600 procederán de las empresas privadas.

El País Vasco y Cataluña sí pertenecen a esa primera división en ciencia. Junto a ellos Madrid, por razones obvias, y Andalucía, que aporta cantidad. En Madrid hay unos 48.000 trabajadores del área de la I+D (no todos investigadores, naturalmente).

En Andalucía sus once parques tecnológicos dan trabajo a unas 38.000 personas, con 4.800 millones de euros. Como anécdota para calcular diferencias: por cada empresa con sede en Asturias hay más de siete emplazadas en Andalucía. Andalucía tiene un plan de ciencia por seis años, y lo mismo sucede a otras comunidades cercanas como Castilla y León, que tiene el escenario perfilado hasta 2020 y que este año invertirá en su estrategia regional 1.300 millones de euros (780 son privados).

Ya que no podemos invertir tanto, solo queda el objetivo de invertir mejor.

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