El juicio en la Audiencia Provincial contra los quince acusados de la "operación Fusta" de la Guardia Civil se ha pospuesto hasta el próximo mes de junio. Los procesados se enfrentan a penas que suman los 68 años y medio de prisión y 36.000 euros de multa. Según el escrito del Ministerio Fiscal, les incautaron 2,1 kilos de ketamina, el mayor alijo en Asturias, valorado en 100.000 euros, así como 55 kilos de hachís

y seis vehículos BMW. La organización tejió una compleja red de distribución en Oviedo, Gijón y Candás, compuesta por un distribuidor, principal encargado de introducir la droga en Asturias. Luego se repartía a diferentes municipios. Los miembros de cada rama no se conocían. Los supuestos jefes residían en Madrid y Toledo.