La obra de la Variante se asemeja a un gigante dormido que se va desperezando. Poco después de que LA NUEVA ESPAÑA comprobara sobre el terreno la reactivación de los trabajos en la vertiente asturiana de Pajares, aunque todavía muy lejos del ritmo necesario para acelerar su apertura, los operarios vuelven también a los tajos correspondientes a la Meseta, mucho más avanzados que los de Lena. Según informó en su edición de ayer Diario de León, las empresas de la provincia vecina trabajan en el túnel central bajo la Cordillera para completar el equipamiento de las galerías, los sistemas de comunicaciones, los enlaces del suministro energético y los revestimientos.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ya ha dado por superados los problemas técnicos que han retrasado y hasta paralizado las obras del nuevo acceso ferroviario a la región. Su intención es regresar próximamente a Asturias, donde ya ha estado en dos ocasiones desde su toma de posesión, para fijar una fecha de apertura del primer túnel.

Visita ministerial

Aunque el pacto suscrito entre Ciudadanos y el PP establece que la entrada en servicio del primer paso subterráneo debería hacerse efectiva este mismo año, los técnicos sostienen que, en la situación actual, resulta imposible que esa inauguración tenga lugar antes del segundo semestre de 2018.

Al mismo tiempo que vuelve la actividad a la Variante, la empresa adjudicataria del proyecto para la integración del AVE en León, en el que se incluye la erradicación del "fondo de saco" que retrasa a los trenes de Asturias en la terminal de la provincia vecina, inicia ahora el grueso de los trabajos. Lo hace tras haber solventado una serie de problemas en el subsuelo que no habían sido detectados en los estudios previos a la actuación.

Acabar con el "fondo de saco" supondrá una rebaja de un cuarto de hora en el desplazamiento a la capital, de forma que el viaje desde Oviedo quedará en tres horas y 46 minutos, y desde Gijón en cuatro horas y trece minutos. El proyecto consiste en la ampliación de la estación en unos 450 metros y la construcción de andenes soterrados, con dos vías pasantes para los trenes del Principado, así como un trazado bajo tierra de 500 metros para el tramo que quedó fuera de servicio cuando se inauguró la actual terminal.