No es una enfermedad incurable, "hay soluciones", y "más de la mitad" de los pacientes logran superarla pero el cáncer continúa produciendo miedo, "nos hace sentir frágiles" y, en ocasiones, "hasta se oculta". El catedrático de Bioquímica de la Universidad de Oviedo, Carlos López Otín, puso ayer el foco sobre las oportunidades que existen en el ámbito de investigación para continuar avanzando en la búsqueda de nuevas soluciones a una enfermedad que, por el momento, no tiene una "cura universal".

López Otín inauguró anoche en Oviedo la jornadas sobre el cáncer organizadas por el Instituto Universitario de Oncología del Principado (IUOPA) en colaboración con la Universidad de Oviedo, el Gobierno del Principado y la Fundación Cajastur-Liberbank. El catedrático de Bioquímica ve "mucha esperanza" porque ya no se puede decir que cáncer sea sinónimo de muerte. "Lo que sucede es que hay tumores que siguen yendo mal, por lo que hay que avanzar", admitió el investigador, quien rechazó una visión del cáncer vinculada a enfermos con pocas esperanzas de supervivencia.

Las jornadas del IUOPA surgen, explicó Otín, para "agradecer el apoyo extraordinario" que durante casi veinte años viene prestando la Fundación Cajastur a la institución universitaria de investigación. Así, detalló que el objetivo del Instituto Universitario de Oncología, que trabaja en el ámbito clínico, la investigación básica, la salud pública y la epidemiología, es el de transmitir "lo que se hace" a la sociedad. En el capítulo de la divulgación volvió a incidir después el catedrático de Bioquímica para referirse a modelos como el de las enfermedades cardiovasculares ante las que se logró un compromiso de toda la sociedad para revertir su avance. A su juicio, se mantiene plenamente vigente la necesidad de "insistir en las medias preventivas", ya que la investigación más avanzada del mundo con las técnicas más sofisticadas, el desciframiento de los últimos genomas y la inmunoterapia más desarrollada "no salvarán tantas vidas como una prevención adecuada".

Otín hizo referencia a la importancia de "evitar los riesgos más evidentes" sin obviar algunas cuestiones inexorables como que el aumento de la longevidad conlleva también un factor de riesgo en el cáncer. El reto, en este caso, pasa por continuar avanzando en descifrar el genoma de cánceres cada vez "más complejos" para los que debemos estar preparados "cuando lleguen", indicó el catedrático. En su opinión, "en eso aún queda mucho terreno y mucha disciplina" por parte de la sociedad. El científico de origen aragonés aseguró que "todas" las personas son "vulnerables", ya que no se trata de una enfermedad que afecte a unos sí y otros no, sino que el cáncer "iguala a todos".

Además, recordó que los últimos datos sobre el cáncer apuntan que en el año 2020 "uno de cada dos varones y una de cada tres mujeres tendrán un tumor maligno" a lo largo de su vida. En este sentido, señaló que las tareas de prevención son "las de siempre", en referencia, entre otras, a una "alimentación adecuada y evitar exposiciones a agentes que puedan dañar los genes", a las que incorporó otros aspectos un poco más profundos que derivan del conocimiento de los genomas.

A su juicio, la contaminación medioambiental es "importante", pero todavía le asombra que haya gente que fume. Compañeros suyos en IUOPA explicaron después que algunos de los órganos más expuestos a alteraciones genómicas como los ojos y la piel -por los efectos de la exposición a la luz ultravioleta sin la debida protección- o los pulmones -ante el humo del tabaco- son ejemplo de la importancia de tomar medidas para anticiparse y evitar "aquello que sabemos que produce daños".

Para Otín la prevención presenta muchas dimensiones y lo que hay que hacer es intentar, como sucedió en el caso de las enfermedades cardiovasculares, convertirla en disciplina para que retroceda. Esas patologías hace un tiempo se encontraban al mismo nivel que las oncológicas en cuanto a causa de muerte. Con la implicación de toda la sociedad en acciones preventivas se logró controlar sus consecuencias más negativas, señaló.

Según Carlos López Otín el mayor número de diagnósticos de pacientes con cáncer responde a que ahora "la gente vive más", lo que incrementa las opciones de desarrollar tumores. "No hay que olvidar que la edad es la principal factor de riesgo para el cáncer", destacó López Otín entusiasmado por la oportunidad que suponen estas jornadas sobre el cáncer para mostrar los trabajos de investigación que se desarrollan desde Asturias y en el mundo. "En otros lugares hay más medios y recursos pero no más talento", aseguró antes de reivindicar que el cáncer implica "un compromiso de todos".