La polilla guatemalteca, que afecta al occidente de Asturias, es la plaga de patata "más peligrosa del mundo", según reconoce el Principado. El director general de Desarrollo Rural y Agroalimentación, Jesús Casas, asegura que las medidas de erradicación y control que ultima el Ministerio de Agricultura son "potentes pero necesarias", pues el patógeno no sólo ataca en el campo sino en los almacenes. Dada su gravedad, el Gobierno central publicará en el plazo de uno o dos meses un real decreto que declarará zonas infectadas a los siete concejos asturianos donde está la plaga y zonas "tampón" o de control a los municipios limítrofes. El objetivo principal es crear una barrera geográfica que impida que la polilla avance hacia el centro de la región y otras comunidades.

La inminente prohibición de sembrar patata afectará por tanto a San Tirso de Abres, Vegadeo, Castropol, Taramundi, Navia, Valdés y Cudillero, que constituirán las denominadas zonas infectadas, aunque podrá llegar a más territorios. Las zonas "tampón" son aquellas que rodean al foco contaminado -como Tapia, El Franco, Coaña...- y en las que se llevarán a cabo medidas de control, adelanta Jesús Casas. La prohibición de siembra se establecerá en principio por un período de dos años, sin embargo, se podrá levantar siempre y cuando pasan 180 días desde la última plaga. Las medidas de control también afectan a los almacenes, que corren el riesgo de tener que destruir los tubérculos en el caso de detectarse la polilla.

"No se trata de impedir comer patata, sino de extremar la precaución. Los almacenes que venden producto francés están igualmente expuestos a la plaga. La polilla es un bicho que se mueve. Por eso pedimos mucha limpieza y la colocación de trampas", manifiesta el director general de Desarrollo Rural. Jesús Casas se muestra conforme con la respuesta del sector a la plaga, ya que la mayoría de los productores desisten de sembrar tubérculo para evitar pérdidas económicas. El Principado, que espera sacar la próxima semana una resolución transitoria con medidas que afectan a agricultores y comercializadores, insiste en no cultivar.

"Esto es una desgracia para la región, porque la cosecha de patata se estaba empezando a recuperar en el occidente. La plaga es muy dañina y además no se ve. Las plantas pueden estar estupendas mientras que la patata, totalmente destruida. La única ventaja que tenemos es que si le quitamos el tubérculo, muere", expresa Jesús Casas. La consejería de Desarrollo Rural está en constante contacto con el Ministerio y la Xunta de Galicia para atajar el problema, ya que las acciones deben "ir en la misma dirección". Según Casas hay temor a que la polilla se expanda por parte de algunas comunidades autónomas, como Castilla y León, con una producción importante de patata. Por ello, "tenemos que hacer todo lo posible; estamos ante la plaga de tubérculo más peligrosa del mundo y es la primera vez que la polilla sale de América". Se identificó por primera vez en las islas Canarias en 1999 y allí se contuvo hasta 2015, año en el que llegó a Galicia y posteriormente a Asturias. Desde entonces, el Principado ha colocado miles de trampas para atrapar a la polilla aunque sin éxito.

La consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez considera que la decisión del Ministerio de prohibir la siembra es "difícil de tomar y dura", pero frente a la que Asturias sólo puede "informar con total transparencia". Álvarez insiste en que el Gobierno regional trabaja codo con codo con el Ministerio para conseguir indemnizaciones para los afectados.