No hay acuerdo, al menos de momento. El Adif reconoce que, pese las negociaciones y a que se "ha instado" a la empresa a comenzar la obra, Dragados "mantiene su posición de disconformidad" y rechaza ejecutar la instalación de las vías en la vertiente asturiana de la variante de Pajares si no logra una mejora de las condiciones económicas de adjudicación del proyecto. El conflicto, desvelado por LA NUEVA ESPAÑA en marzo de 2016, amenaza con generar nuevos retrasos a una actuación que, en el mejor de los supuestos, estará lista a finales del año que viene. En el caso de que el desencuentro persista y de que se proceda a la rescisión del contrato sería necesario reiniciar todo el proceso de licitación, en el que se consumirían entre nueve meses y un año, según los expertos en obra pública.
El bloqueo del proyecto de vías en la parte asturiana del tendido es, en estos momentos, el principal escollo que afronta la Variante. Las filtraciones de agua al interior de los túneles están solucionadas y el Ministerio de Fomento considera que los graves problemas de inestabilidad detectados en una ladera de las inmediaciones también pueden darse por controlados, pese a que continúan las prospecciones y los trabajos en el talud y su entorno.
El administrador ferroviario adjudicó a Dragados el 27 de junio de 2014 el montaje de las vías en el trazado de 23 kilómetros de la Variante que incluye una parte del túnel central bajo la Cordillera y todo el trayecto en superficie que va desde la embocadura asturiana a Pola de Lena. El contrato se firmó por 9,28 millones de euros, menos de la mitad de los 19 millones que figuraban como presupuesto base. La empresa decidió renunciar a la actuación cuando todavía no se había ni iniciado, al no lograr que el Adif le compensará económicamente por el retraso en la ejecución de la obra derivado de que en la ladera inestable de Campomanes, incluida en el trazado en el que Dragados tiene que poner vías, no tenga lista todavía la plataforma.
Un informe elaborado por la Abogacía del Estado concluye que los argumentos esgrimidos por la empresa, perteneciente al grupo ACS de Florentino Pérez, no justifican el abandono unilateral. La instalación de las vías en la vertiente leonesa del proyecto ya concluyó el pasado mes de mayo. Fue ejecutada por las constructoras FCC y Acciona con un presupuesto de adjudicación de 9,4 millones de euros.
