Las fuertes rachas de viento que trajo consigo el temporal en la madrugada de ayer en Gijón obligó a la Policía Local a cerrar al paso de deportistas y viandantes el parque de Isabel la Católica, que amaneció completamente acordonado. Pero no fue la única incidencia que generó el temporal en el concejo, especialmente durante la madrugada.

Los bomberos del Ayuntamiento de Gijón tuvieron que realizar 38 salidas desde sus instalaciones del parque de Roces entre las once de la mañana del jueves y la una de la tarde de ayer, casi todas relacionadas con las fuertes rachas de viento. En la calle Manuel Llaneza número 27 los empleados del servicio de extinción de incendios tuvieron que sanear una fachada de la que se habían desprendido cascotes. En Garcilaso de la Vega 17, varios vecinos alertaron al servicio de emergencias de la caída de tejas en la vía pública. También se registraron desperfectos en terrazas hosteleras del centro de la ciudad.

En la zona rural del concejo la caída de varios árboles en el camino del Tragamón afectó al tendido eléctrico de la zona. Algo similar sucedió, también de madrugada, en el camino de Cefontes, que tuvo que cortarse por la caída de árboles que en este caso también afectaron al tendido eléctrico. En Ceares, frente al colegio Montedeva, los bomberos tuvieron que sujetar un cartel publicitario que estaba a punto de desprenderse y caer sobre la vía pública. En el aparcamiento de la Universidad Laboral también se registró la caída de un árbol que no produjo daños de importancia.

Según la estación de observación local en Gijón, se registraron rachas de viento de casi 65 kilómetros por hora a las seis y media de la madrugada, el momento de mayor crudeza del temporal a nivel local.

La borrasca "Leiv", la tercera de las tres que desde la madrugada del miércoles azotan al Principado procedentes del Atlántico, mantiene hoy a la región en alerta naranja por fuertes vientos y oleaje. Para mañana, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene la alerta naranja en la mar y la rebaja a amarilla por el viento.

"Kurt", la segunda de las tres borrascas (la primera fue Jürgen), dejó olas de casi 9,5 metros, árboles caídos y algún tejado levantado, sin grandes daños materiales. Por segundo día consecutivo se registraron rachas de hasta 127 kilómetros por hora.

Según la boya del Observatorio marino de Asturias, de la Universidad de Oviedo, situada a unos 4 kilómetros de la costa de Cudillero, registró olas de entre 8 y 9,5 metros. En el caso de esta última, la altura significativa -idea aparente del oleaje- fue de casi 5,5 metros. La boya situada frente a la costa de Gijón, y que controla Puertos del Estado, registró también olas que superaron los siete metros.

La racha de viento más fuerte, de 127 kilómetros por hora, se produjo a las 5:40 horas de la madrugada del viernes en San Antolín de Ibias. En Cabrales llegaron a alcanzar los 125 kilómetros; 111 en Ouría, Taramundi; 104 en Cabo Peñas, y 89 en Oneta, Villayón.

En Oviedo permaneció cerrado el popular Campo San Francisco. La caída de un aliso como consecuencia de las fuertes rachas de viento obligó a cerrar también la senda del río Magdalena de Avilés. El árbol se precipitó a las 12.37 horas sobre la pasarela de madera de la senda peatonal, provocando daños de consideración. El principal parque de la ciudad, el de Ferrera, permaneció cerrado durante toda la jornada. En el Puerto avilesino se restringieron las operaciones de carga y descarga por la alerta y la Policía Local de Castrillón prohibió el acceso a la Peñona de Salinas.

El fuerte viento arrancó una de las chapas laterales de la cubierta del nuevo polideportivo municipal de Pola de Siero, sin causar daños personales. También hubo árboles arrancados en Villaviciosa.