La línea Oviedo-Infiesto acumula la mayor pérdida de pasajeros de la menguante red de cercanías de vía estrecha, pese a que, en teoría, se trata de uno de los itinerarios con mayor tirón para el viajero del área metropolitana de la región. El trazado conecta Pola de Siero, Colloto y La Corredoria con el centro de Oviedo, enlaza la capital con el gran área comercial de Paredes (Siero) en apenas cinco minutos de viaje y tiene el apeadero más cercano al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) desde las estaciones de la comarca centro-oriental. Pese a ello, la ruta se ha dejado por el camino cerca de 850.000 usuarios en la última década.
Según los datos que maneja el comité de empresa de Renfe en Asturias, cerró el ejercicio de 2016 con tan solo 650.000 pasajeros, cuando en 2005 rondaba el millón y medio. Suma once años consecutivos de pérdidas.
Los ferroviarios achacan a la escasa puntualidad y fiabilidad que hoy ofrece el servicio el monumental desplome de usuarios en la línea Oviedo-Infiesto. Y también el profundo bajón que se produce en el resto de una red de cercanías en ancho métrico que ya está a punto de bajar de los dos millones de usuarios anuales, que son menos de la mitad de los que tenía hace una década. De seguir esta hasta ahora imparable tendencia, los propios profesionales temen que se decreten cierres de líneas el año que viene, cuando el Ministerio tiene previsto analizar la situación concreta de cada itinerario antes de decidir si le renueva como Obligación de Servicio Público (OSP), la catalogación que emplaza al Estado a mantener operativo un tramo con independencia de las pérdidas económicas que acumule.
El presidente del comité de empresa de Renfe en Asturias, Luis Blanco Junquera, considera que el "abandono" al que están sometidas las cercanías de vía estrecha en la región hace pensar en que hay "una estrategia predeterminada para acabar con el servicio". Según detalla este veterano ferroviario, el parque móvil de la operadora presenta innumerables carencias y hace falta más personal. Además, para superar la complicada situación actual también considera necesario ejecutar obras de mejora en el tendido, como la esperada duplicación de la vía entre La Florida y Gijón, una actuación que, a su juicio, permitiría recuperar miles de pasajeros en la línea de cercanías Gijón-Pola de Laviana, otra de las que más ha sufrido el desplome de Feve en los últimos años. Según los datos que maneja Luis Blanco, la ruta de la Cuenca llegó a tener 1,2 millones de viajeros anuales a principios del presente siglo y anda en estos momentos por debajo de los 500.000 usuarios.
