La Olimpiada Matemática Asturiana podría cumplir este año 24 ediciones. La frase del presidente de la entidad que la organiza, Rubén Pérez Zamanillo, está en condicional porque la reducción de los fondos con los que hasta ahora podía contar la Sociedad Asturiana de Educación Matemática Agustín de Pedrayes ha llegado al límite. La eliminación de la aportación de Liberbank y el paulatino descenso de la ayuda del Principado, "hasta llegar a cero euros en 2015", lamenta el organizador, ponen en seria duda la capacidad de la sociedad para organizar este año la vigésima cuarta edición de una actividad educativa en la que el año pasado participaron 856 estudiantes de Secundaria de 61 centros de la región.

A medida que se echa encima el tiempo para convocar la edición de 2017, el cálculo del dinero disponible entre los fondos propios y los compromisos de ayudas que les quedan -del Principado, Ayuntamiento de Gijón y Caja Rural- no suman más que 3.800 euros "como muchísimo", precisa Pérez Zamanillo. La estimación de coste de la actividad, apretando al máximo los gastos, sin merma de calidad ni compromisos para los bolsillos de las familias de los participantes, ronda los 5.000. Las cuentas no salen y después de tirar el año pasado de los remanentes de los anteriores la entidad organizadora apela sobre todo a la falta de colaboración institucional. Lamentan que del Principado no les haya llegado nada y recuerdan que el Consejero de Educación, Genaro Alonso, supo de sus problemas después de que la reducción de la ayuda de la Administración regional llegase a cero en 2015. "A finales de ese año tuvimos una reunión", cuenta Zamanillo, "y después de alabar reiteradamente el gran trabajo que hacíamos de forma desinteresada el Consejero se comprometió a ayudarnos económicamente".

La mentada ayuda económica, relata, fue una línea de ayudas de 4.000 euros para todas las olimpiadas escolares. Para ellos, un máximo de mil. Ni siquiera renunciando a los 8.000 euros que llegó a costar la Olimpiada "hacemos nada con eso", oponen los promotores después de intentar buscar financiación llamando a la puerta de entidades privadas para descubrir que no hay nada detrás de las buenas palabras. "Es frustrante ver que intentas hacer algo y que las instituciones no te apoyan", dice el "hartazgo" de Rubén Pérez Zamanillo. Él dirige una organización sin ánimo de lucro formada por noventa profesores de Matemáticas desde Primaria a la Universidad que promueve de modo desinteresado esta actividad que "no es una fiesta", precisa el presidente de la Sociedad Matemática, sino una actividad educativa en la que nosotros ponemos nuestro tiempo porque queremos". Pero si no hay dinero tendrán que llegar hasta aquí. "Esta es una prueba de organización compleja y por muy austeros que seamos hay ciertos gastos a los que no podemos renunciar".

"Esto tiene que ser algo que la Consejería debe apoyar", persevera. "No es un concurso de Matemáticas adonde vas una mañana y haces cuatro problemas. Pretende promocionar la educación matemática, pero también la socialización y el intercambio de experiencias" entre los alumnos de ESO. "Todas las pruebas son por equipos, en la final regional, cada año en una localidad asturiana distinta, hay una visita cultural y una yincana en el lugar..." Este año lo tiene todo preparado, "sólo nos falta el dinero".