La terminación de la Variante de Pajares y la llegada de la Alta Velocidad ferroviaria a Asturias tienen un duro competidor en la captación de fondos públicos: el relanzamiento de la inversión del Estado en Cataluña para hacer frente al desafío independentista y el Corredor Mediterráneo. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Fomento, el santanderino Íñigo de la Serna, estuvieron el pasado viernes en Barcelona para visitas las obras recién iniciadas de la lanzadera que unirá la estación de Sants con el aeropuerto del Prat, un proyecto del programa para el que Fomento consignó 11.200 millones en Cataluña en la anterior legislatura.

"El Gobierno central no desatiende a Cataluña", fue el mensaje que trasladaron la Vicepresidenta y el Ministro con su presencia en la capital catalana, justo unos días antes de que el anterior presidente de la Generalitat, Artur Más, se sentase en el banquillo de los acusados por promover una consulta independentista. Sáenz de Santamaría y De la Serna quisieron poner de relieve que el desafío soberanista no ha supuesta una merma de la inversión estatal en Cataluña.

La visita, además, se produjo en un momento en el que el Ejecutivo de Mariano Rajoy trata de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para 2017, un documento en el que la inversión en infraestructuras siempre es objeto de atención prioritaria en todos los territorios y que en el caso de Asturias debería aportar datos definitivos sobre la apuesta del Gobierno central con proyectos pendientes de conclusión como la Variante o la autovía del Suroccidente. Íñigo de la Serna anunció el pasado mes de enero, tras su primera visita a Cataluña, que nombraría un coordinador especial para impulsar el Corredor Mediterráneo, la gran obra que reclaman las comunidades de esa área y en la que Fomento ha invertido desde 2012, año de la llegada de Mariano Rajoy al Gobierno, 6.350 millones de euros, casi el doble del coste de la Variante de Pajares.

El diputado Antonio Trevín no pone en tela de juicio la inversión en otros territorios como Cataluña o el Corredor Mediterráneo pero reconoce que serán un competidor para la conclusión de obras ya muy avanzadas, como es el caso de la Variante de Pajares o de otras actuaciones pendientes de conclusión en el Noroeste. "Nadie discute que las obras en el Corredor Mediterráneo sean una prioridad pero sí que vayan por delante de la culminación de las infraestructuras del Noroeste, tanto de la Alta Velocidad como de la intermodalidad", sostiene el parlamentario socialista. "Parece lógico que se culminen las obras ya iniciadas y que, como ocurre en el caso de la Variante, ya van por casi el 90 por ciento del total", argumentó Antonio Trevín, quien señaló "la desorientación del Gobierno y del nuevo ministro porque "abrir obras sin haber acabado las que están a punto de culminar no parece un criterio de eficacia solvente; lo lógico es que las inversiones hechas puedan tener eficacia cuanto antes".

El diputado socialista calificó de "preocupante" el desconocimiento del nuevo ministro sobre los proyectos del Noroeste, "como quedó de manifiesto en su comparecencia en el Congreso del pasado 19 d enero, cuando afirmó que Fomento había destinado a Asturias más de 3.000 millones entre 2012 y 2016, cuando estamos en la mitad de lo que dice". Trevín juzga necesaria la existencia de "una persona encargada de las obras del Noroeste, que haga el seguimiento de las obras que Fomento tiene en Asturias"; en la práctica un puesto similar al coordinador especial que el Ministro ha anunciado para impulsar el eje de comunicaciones del Corredor Mediterráneo.

El ministro, Íñigo de la Serna, se comprometió el pasado 23 de enero en el Senado a "dar un plazo cierto para la histórica finalización de la Variante en poco tiempo, en uno o dos meses". En esa misma comparecencia reconoció que "queda por resolver el tramo León-La Robla, y a partir de Pola de Lena, la conexión con las principales ciudades en lo que es la Y asturiana". De momento la partida presupuestaria de este año sigue siendo una incógnita, a la espera de la cantidad que el Gobierno central destine en los Presupuestos Generales a las obras pendientes en Asturias y que salgan finalmente aprobados para que puedan ser ejecutados.