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"Indalecio Prieto sabía que la guerra era para quien dominara el aire, y así fue"

"Cuando se inicia la sublevación el potencial aéreo republicano en el frente norte era una avioneta en La Morgal, que Aranda manda destruir"

Javier Rodríguez Muñoz. LUISMA MURIAS

-Indalecio Prieto: un perfil.

-Era una cabeza excepcional, con una capacidad de trabajo fuera de lo común. Entendió enseguida que el bando de la Guerra Civil que dominara el aire acabaría ganando la contienda.

El historiador mierense Javier Rodríguez Muñoz es el coautor del libro "Indalecio Prieto. Primer ministro español del Aire", una aproximación desde cuatro perspectivas a la figura de quien fue pieza clave en la España de la II República y la guerra.

-¿Tenía razón con lo del dominio del aire y el desenlace de la contienda?

-Totalmente. En materia aérea se deja al frente norte republicano en unas condiciones de clara inferioridad. Me refiero a la franja que va desde Asturias a San Sebastián, incluyendo el norte de León, Palencia y Burgos, y por supuesto Cantabria. Se inicia la guerra y la potencia aérea republicana en todo este territorio era una avioneta que estaba en La Morgal.

-¿Lo dice en sentido literal?

-En sentido literal. Así que Aranda manda una pequeña expedición para destruirla, y lo consiguen. Mientras tanto los sublevados contaban con dos aeródromos militares, en La Virgen del Camino (León) y en Logroño, y pronto levantan una tercera base en Burgos y un cuarto aeródromo en Vitoria.

-¿Cómo soluciona la República ese desierto militar?

-Tardaron. Disponía de aviones con un radio de autonomía de 500 kilómetros, que además tenían que volar muy alto para reducir riesgos. Llegaban al límite de capacidad de autonomía, con el combustible a cero. Muchos capotaban. Hasta el 2 de noviembre no llegan a Madrid los primeros cazas rusos.

-¿Qué hace Prieto como ministro del Aire?

-Para empezar en aquel Gobierno que se tiene que enfrentar a una sublevación militar, Indalecio Prieto es, efectivamente, ministro de Marina y Aire, pero Largo Caballero, que es el que preside el Ejecutivo, se queda con el Ministerio de la Guerra. Aquella decisión fue un desastre. Prieto trata de organizar, de crear regiones militares, de buscar vías alternativas a los rusos para el abastecimiento de armas, y hasta de construir aviones copiando piezas a los soviéticos. Pero aquella división de responsabilidades con Largo Caballero hizo que Prieto siempre tuviera las manos atadas.

-Se dice que las relaciones de Prieto con Largo Caballero eran, por así decirlo, poco fluidas.

-Prieto era mucho más serio. En dos ocasiones fue propuesto para presidente del Gobierno y Largo Caballero lo impidió. Y cuando en mayo de 1937 Largo Caballero dimite, la opción de Prieto era clara, pero él dice que no y nombran a Negrín.

-¿Las relaciones de Indalecio Prieto y los rusos?

-Como la canción... "ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio". Conviene recordar que la Unión Soviética no regaló ni una bala; lo cobró todo, hasta la formación. Y se pagó con el llamado oro de Moscú. La República pedía armas y aviones y la URSS enviaba lo que quería porque no tenía una producción armamentística tan grande como Alemania. Por ejemplo, no vendió ni un solo submarino. El bando republicano llegó a tener varios modelos distintos de aviones, con piezas y combustibles distintos lógicamente. Un atraso. Cuando el 1 de septiembre de 1937 empieza la gran ofensiva en el Norte la superioridad aérea nacional era total.

-Y todo se precipita.

-Prieto trató de evitar por todos los medios la caída de Bilbao, pero no lo consigue, y él mismo reconoce que aquello le induce a pensar incluso en el suicidio. Después, Santander cae en apenas veinte días y ya no hay nada que hacer. En octubre de 1937 el vapor "Reina" llega a Gijón y se logra un cierto reparto de armas, y cabe pensar que si este buque hubiera entrado una semana antes quizás el frente republicano hubiera aguantado el invierno.

-Se da cuenta de que la guerra está perdida.

-Lo tiene claro ya en 1938 y plantea una salida, pero no le hacen caso.

-Prieto, ministro del Aire y de más cosas.

-Cuando el 14 de abril de 1934 se constituye el Gobierno provisional republicano a Prieto le nombran ministro de Hacienda. Apenas está en el cargo ocho meses, pero el propio Juan Velarde Fuertes le reconoce muchos méritos de gestión en momentos muy duros. Y después pasa al Ministerio de Obras Públicas. La ampliación de La Castellana, en Madrid, es suya, y pone en marcha un plan de regadíos que después copió el mismísimo Franco en los años sesenta con su "plan Badajoz". Lo que está claro es que cuando nace la II República Indalecio Prieto es el gran político del momento.

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