El Gobierno central destina una partida de 954.224 euros a un servicio de vigilancia y seguridad en la embocadura asturiana de los grandes túneles de Pajares, en sus accesos laterales de Buiza y Folledo (León), y en las oficinas del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) de Campomanes (Lena) y Pola de Gordón (León).

El contrato tiene una duración de 14 meses, plazo que, en principio, podría dar para concluir los trabajos del nuevo acceso ferroviario a la región. Aunque en León ha habido obra en todo momento, aunque fuera al ralentí, la parte asturiana del túnel permanece sin actividad alguna desde la pasada primavera. Dos grandes verjas metálicas impiden el acceso a su interior desde entonces y varios responsables de empresas auxiliares han mostrado su inquietud por los daños o por robos que pueden sufrir los equipos que ya han sido instalados hace años dentro de los tubos.

La vigilancia en la entrada al paso subterráneo desde Lena se llevará a cabo las 24 horas de los siete días de la semana por parte de un guardia de seguridad que no portará armas.