Manuela Díaz, "Manolita", era una colaboradora incansable en todos los eventos del Instituto Universitario de Oncología. Impulsora de iniciativas solidarias como la carrera de la mujer de Laviana, insistió hasta el final en la importancia de recaudar fondos para luchar contra el cáncer. En enero de este año la enfermedad le ganó la batalla pero, en un último gesto, dejó escrito en su esquela que no quería flores porque prefería que ese dinero se destinase a la investigación en Asturias. "Mi madre batalló contra el cáncer toda su vida, se lo diagnosticaron cuando yo era pequeño y nunca se rindió", afirma su hijo Manuel. "Es importante concienciar a la gente para lograr más fondos", añade.