Desde el año 2007 han pasado por la Unidad de Cáncer Familiar, del servicio de Oncología Médica del HUCA un total de 547 personas con predisposición hereditaria, de las que casi cuatrocientas eran mujeres con riesgo de cáncer de mama y ovario.

La responsable del laboratorio de Oncología Molecular del HUCA, Milagros Balbín, y la médica adjunta a la Unidad de Cáncer Familiar, Pilar Blay, fueron anoche las ponentes de la segunda sesión de las jornadas divulgativas sobre el cáncer, organizadas por el Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias (IUOPA). El asunto en cuestión fue el cáncer hereditario en Asturias.

Estadísticas generales: entre un 5% y un 10% de los cánceres tienen su origen en alteraciones genéticas que se han heredado y, a la vez, se pueden transmitir a la descendencia. Cánceres heredables por la llamada "línea germinal". No son ni mucho menos los más frecuentes, porque la mayoría llega de la mano de mutaciones producidas por agentes físicos y químicos.

Como ejemplo, explicó Milagros Balbín, los cánceres colorrectales. Se diagnostican en Asturias unos 1.200 al año, pero solo el 5% tiene carácter hereditario. El componente familiar en los cánceres de mama y ovario (600 tumores detectados en Asturias cada año) no llega al diez por ciento.

Mutaciones del occidente

Balbín recordó el enorme paso que supuso en la década de los noventa la clonación de los genes BRCA1 y BRCA2, ligados al cáncer de mama. Detrás de las mutaciones de esos genes que pueden provocar la enfermedad la investigadora Milagros Balbín se refirió a las ocho encontradas en familias asturianas y no descritas hasta esa fecha.

Curiosamente, la mayoría de ellas están centradas en pacientes del Occidente asturiano, miembros de linajes de distintos puntos de esa geografía occidental, que probablemente comparten un ancestro familiar común que se remonta a no menos de ocho generaciones o, lo que es lo mismo, unos 150 años.

"Estos datos demuestran entre otras cosas el histórico aislamiento de determinadas zonas de Asturias", apuntó Balbín. Belmonte, los Oscos, Somiedo... También familias de Teverga o del valle del Nalón.

La médica Pilar Blay explicó el protocolo que se sigue frente a una sospecha de cáncer hereditario. Se refirió en primer lugar al Síndrome de Lynch (cáncer colorrectar hereditario). Los estudios de control realizados en Asturias identificaron a 27 familias, a 75 individuos portadores y 17 mutaciones genéticas distintas, personas que en algunos casos pueden tener una predisposición de padecer un cáncer de colon a lo largo de su vida de hasta el 80%. En casos de control extremo, sanidad realiza colonoscopias a jóvenes de 20 a 25 años cada dos año y a personas de más de 40 años de forma anual.

Angelina Jolie

En lo que respecta al cáncer de mama hereditario, Baly se refirió a la cirugía reductora de riesgo que puso de moda la actriz Angelina Jolie, que puede reducir en un 90% la posibilidad de padecer la enfermedad. La cirugía es también muy eficaz para prevenir el cáncer de ovario.

Angelina no tenía cáncer pero había en ella un componente hereditario que la puso en guardia. No es para menos. Una mujer de 80 años portadora del gen BRCA1 tiene siete posibilidades sobre diez de contraer la enfermedad. La reducción de riesgo mediante cirugía es práctica mucho más común de lo que se cree.