Todo eran sonrisas, palmetazos en la espalda y parabienes en Pola de Gordón (León) el 11 de febrero de 2004. Ese día, del que hoy se cumplen 13 años, los entonces ministros asturianos Francisco Álvarez Cascos y Rodrigo Rato colocaban oficialmente la primera dovela de la variante de Pajares, la gran obra ferroviaria por la que Asturias llevaba décadas esperando, con el objetivo de que la región quedara comunicada con la Meseta por una moderna línea de Alta Velocidad en el horizonte de 2010. Era el tren al futuro y muy pocos, por no decir nadie, podía sospechar en aquella celebración, en la que no faltaron los brindis, que el 11 de febrero de 2017 no iba a estar concluida la actuación en la Cordillera y que ni siquiera habría un calendario concreto para su entrada en servicio. Los trabajos para abrir el primero de los dos túneles proyectados para Pajares, en ancho ibérico y no de AVE, ya superan en seis años el tiempo empleado para abrir la primera fase de la autopista del Huerna, equivalente en la carretera a lo que supone la Variante para el ferrocarril.
Aunque el asturiano Alejandro Rebollo, ya fallecido, trató de impulsar un nuevo acceso a la región por tren durante su etapa al frente de Renfe, a comienzos de la década de los 80 del pasado siglo, el proyecto durmió el sueño de los justos hasta la llegada de Aznar a La Moncloa y alcanzó velocidad de crucero con Cascos en Fomento. Tras la licitación del estudio informativo en 1997, el proyecto base de la Variante se aprobó en julio de 2002 y no había transcurrido ni un año cuando ya se encargaron a las constructoras los primeros tramos. La dovela inaugural se colocó el 11 de febrero de 2004, poco antes de las elecciones que ganó el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que fue quien presidió, el día 13 de julio de 2005, el inicio de la excavación de los grandes túneles, anunciando entonces que Oviedo y León estarían comunicadas por AVE en 2009.
Pese a las numerosas complicaciones, lo cierto es que las constructoras lograron cumplir los plazos establecidos para la excavación de los túneles y hasta batieron récords mundiales de avance. Los dos grandes tubos estaban abiertos en julio de 2009, tras cuatro años de obras en las que los operarios tuvieron que hacer frente a desprendimientos de tierras, grandes avenidas de agua y hasta bolsas del temido grisú. Para entonces, Zapatero ya había movido la apertura del tramo a 2012 y poco tardaría el ministro Blanco en ampliar el plazo un año más, hasta 2013.
Los problemas con las filtraciones de agua, la inestabilidad de una ladera de Campomanes, las deficiencias en algunos proyectos, los desencuentros con las empresas como el que mantiene paralizado el proyecto de las vías en la parte asturiana, las estrecheces económicas de la crisis y la apuesta ministerial por destinar el grueso de los fondos disponibles a otros corredores explican que las obras de la Variante se hayan ido ralentizando y que, como muy pronto, no vayan a estar listas hasta finales de 2018.
Los 13 años de obras en Pajares superan con creces el tiempo empleado para abrir al tráfico la primera fase de la autopista del Huerna, un proyecto que ya había comenzado a gestarse en 1963, cuando la Diputación de Asturias inició los estudios necesarios para construir una vía de alta capacidad que conectara la región con la Meseta. Tras la aprobación del anteproyecto en 1974, y con la concesionaria Aucalsa constituida formalmente un año después, las obras de la primera fase de la autopista astur-leonesa arrancaron en junio de 1976 y estaban listas en agosto de 1983.
Dos años después de aquel hito inaugural se adjudicaron las obras para el desdoblamiento de 21 kilómetros de trazado. Posteriormente, en enero de 1990, se decretó el desdoblamiento de toda la autopista, incluyendo la ejecución de seis nuevos túneles. Tras la entrada en servicio de los pasos de Entrerregueras, Oblanca, Pando y Vegaviesga, el proyecto de la autopista del Huerna, cuyo peaje expira en 2050, quedó culminado en junio de 1997, con la apertura del segundo túnel de El Negrón. El emblemático tubo fue inaugurado tras 46 meses de intensos trabajos y con un espectacular adelanto de tres años sobre la fecha fijada en el contrato. Nada que ver con la realidad de la Variante.
