Descentralización en Podemos pero con matices. La organización asturiana, que tiene a Daniel Ripa como cabeza visible al frente de la secretaría general regional, podrá decidir sobre las alianzas anteriores y posteriores a las elecciones autonómicas pero sobre las listas de las elecciones generales, que serán elegidas mediante primarias de ámbito nacional. La reivindicación de más peso para los territorios en la elaboración de las candidaturas electorales ha sido precisamente uno de los mayores puntos de fricción entre la organización asturiana y Pablo Iglesias, como quedó de manifiesto en las primarias para las generales de 2015: Andalucía y Asturias presentaron listas alternativas a la del secretario general.
El liderazgo reforzado de Pablo Iglesias, tras Vistalegre 2, ha dado al traste con los compromisos de descentralización más ambiciosos que llevaban en sus programas tanto Íñigo Errejón como los anticapitalistas de la andaluza Teresa Rodríguez. El documento político de Iglesias, "Podemos con todas", establece que las decisiones de las listas autonómica y municipal las tomará "de manera soberana" en cada territorio la asamblea ciudadana correspondiente y alerta de que las candidaturas no pueden ser el resultado de "una negociación entre barones y el poder central" de Podemos.
La estrategia política y organizativa de Pablo Iglesias, refrendada por un 56 por ciento y por un 54 por ciento, respectivamente, fía la elaboración de las listas para las generales a unas primarias de ámbito nacional que en Podemos Asturias relacionan con una elección interna de circunscripción única, similar a la de las anteriores generales. "Los secretarios generales autonómicos tienen mucho poder", advirtió Pablo Echenique en Vistalegre. La estrategia de la candidatura aboga por limitar ese poder "sometiendo las decisiones a las bases, abriendo nuevos canales de decisión más frecuentes y más ágiles".
El diseño organizativo de Iglesias también abre la puerta a la creación de un consejo de coordinación autonómico, una especie de ejecutiva regional que ahora no existe en Asturias y que estaría formado por entre 10 y 20 personas elegidas por el Consejo Ciudadano Autonómico, de los que al menos la mitad deben ser mujeres.
