La competencia está servida. Frente a la unión de las asociaciones empresariales del Noroeste del país, ayer hicieron lo propio las de Valencia y Cataluña. Si asturianos, cántabros y leoneses reivindican entrar en el eje Atlántico, lo que implica desarrollar las conexiones ferroviarias y marítimas, los valencianos y los catalanes reclaman el Corredor Mediterráneo, advirtiendo que su reivindicación es "estratégica" para la economía nacional. Según las fuentes consultadas, los empresarios mediterráneos apuestan por cambiar el modelo radial, que supone que todas las grandes infraestructuras pasen por Madrid, por uno circular que beneficie al conjunto de España.

La movilización empresarial mediterránea se inició ayer con un encuentro en el Palacio ferial de Tarragona, liderado por los presidentes de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, y el del Círculo de Economía, Juan José Bruguera. Pero además, entre los asistentes destacaban el presidente de Mercadona, Joan Roig, y el del grupo Godó, Javier Godó.

Ante más de 300 empresarios, Boluda aseveró que el corredor del mediterráneo sufre retrasos "incomprensibles" de décadas pese a concentrar el 50% de la población española, el 60% del turismo y el 40% del PIB. También incidieron en que para Europa, este corredor es una infraestructura prioritaria, por lo que criticaron la falta de voluntad política del Gobierno de España por sacarla adelante.

Las siguientes sesiones se celebrarán el 14 de marzo en Murcia y el 11 de abril en Almería, con la voluntad de divulgar que "no es un proyecto a favor de unos u otros, sino que beneficia a todos".

Mientras tanto, la Plataforma para el Impulso de la Logística en el Noroeste espera a que las administraciones públicas competentes soliciten a la Comisión Europea que incluya las secciones ferroviarias Palencia-León-Gijón/Avilés; Palencia-León-A Coruña/Vigo, y Palencia-Santander, en el Corredor ferroviario 4. Y busca apoyos de otras regiones e instituciones para evitar que el noroeste quede descolgado de los grandes ejes de comunicación.

Y en el trasfondo, la amenaza soberanista y el relanzamiento de la inversión en Cataluña.