"Está en su derecho de quejarse, incluso de mentir", ha dicho este mediodía la Fiscal Superior de Asturias, Esther Fernández en respuesta a las críticas de Natalio Grueso por el escrito de acusación del caso Niemeyer, en el que se le piden once años de cárcel. Grueso criticó que el fiscal que calificó el caso, Alejandro Cabaleiro, no sea el mismo que asistió a la fase de instrucción, Jesús Villanueva, pero la Fiscal Superior estima que no ha habido nada anormal en este cambio, que responde a la dinámica del ministerio público. "La persona que calificó el caso, en mi opinión magníficamente, porque ha sido visado por mí, además de ser el delegado de Medio Ambiente, está integrado en la sección de Delitos Económicos, y ha llevado con notable éxito, sobresaliente, asuntos de bastante importancia, como la prevaricación por el tema de los monolitos o la exacciones ilegales del exalcalde de Cudillero, y además está especializado en lo contencioso-administrativo", ha indicado la fiscal.

Fernández ha negado que haya una "mano negra" o que la acusación esté dirigida políticamente, como afirma Grueso. "Lo entiendo, no hay mejor defensa que un ataque. Está en su derecho a decir lo que quiera, a no declara contra sí mismo, incluso mentir", ha indicado la Fiscal Superior. Fernández, que es avilesina, dijo sentirse "ofendidísima" con lo que Grueso ha asegurado sobre sus logros culturales. "Con lo que ha significado Avilés desde el punto de vista histórico y cultural. Unamuno la llamaba la 'pequeña Atenas', y ahora parece que ha sido más importante traer a Woody Allen a pasear por Avilés que la propia construcción del Niemeyer", ha señalado. Fernández negó además otra crítica de Grueso, que dice haberse enterado de su acusación por la prensa. "Que pregunte a sus abogados. La Fiscalía no comunicó la acusación a los medios hasta que el Juzgado no confirmó que el escrito había sido notificado a las partes", ha remarcado.

Por otro lado, la Fiscal Superior se ha referido a la poca colaboración de UGT en las diligencias de investigación que la Fiscalía mantuvo abiertas durante un año. "La colaboración tampoco fue exagerada, hubo que reproducir bastantes veces la petición de documentos, y eso consta por escrito", ha señalado. Fernández no vio nada anormal en la forma de llevar su operación la UCO, con la detención de los exdirigentes del sindicato. "La policía tiene la capacidad de detener, no es una forma anormal de actuar", ha aseverado.