El próximo congreso regional del PP comienza a parecerse a una partida de póker: hasta quienes van de farol pueden acabar ganando la mano. El entorno de la presidenta, Mercedes Fernández, considera clara su victoria, pero las dos candidaturas críticas (la que encabeza la presidenta del PP de Avilés, Carmen Maniega, y el vicesecretario de Presidencia y Relaciones Institucionales del PP de Asturias, Pablo Álvarez Pichel, comienzan a tantearse para una posible alianza que a día de hoy se antoja complicada. Ambos consideran que el "voto oculto" es su fortaleza: sostienen que hay dirigentes locales que han dado su aval a Mercedes Fernández pero que les votarán y movilizarán a sus militantes llegado el caso.
Lo que sí tienen claras ambas alternativas es que sólo con una hipotética alianza conseguirán la fuerza necesaria para tratar de desbancar a Mercedes Fernández. Pero esa hipótesis aún es inmadura. La candidatura de Carmen Maniega considera que tiene como fuerza la garantía del respaldo de una junta local (la de Avilés), de lo que carece la de Pablo Álvarez Pichel. Por contra, los apoyos de Pichel creen que Maniega debería integrarse en un movimiento que quiere representar un "cambio generacional". Los dos candidatos no han hablado aún a las claras, aunque sí ha habido contactos por personas interpuestas y afines.
No sólo se producen estos contactos en el sector crítico. Las tres se tantean, al igual que los jugadores que buscan saber hasta dónde está dispuesto a llegar el contrario. Pablo Álvarez Pichel y el presidente del PP de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, mantuvieron ayer un encuentro privado. Caunedo ya ha expresado su adhesión a Mercedes Fernández, y no logró de Pichel más que la constatación de que no cabe la posibilidad de una hipotética integración con la candidatura de Mercedes Fernández, aunque la presidenta del PP tanteó al propio Pichel a finales del año pasado. Algunos sectores del partido creen, no obstante, que cabe la posibilidad de un acercamiento entre la presidenta y el candidato de la "tercera vía". El entorno de Pichel lo considera improbable: "No hay plan B", aseguraron las fuentes consultadas.
Ambos sectores críticos permanecen sin respaldo explícito de dirigentes del partido. El delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, afirmó ayer que "las candidaturas demuestran que el partido está vivo, pero hay que partir de la unidad". Recalcó que estará al margen del proceso, pese a que hace un año abría la posibilidad de alternativas a Mercedes Fernández.
Al tiempo, crece el rumor de una posible cuarta candidatura que se fragua entre militantes de Gijón. Algunos de los impulsores, consultados por este periódico, se negaron a confirmar ni a desmentir los movimientos, aunque el tiempo apremia porque el sábado deberán presentar las candidaturas sus noventa avales.
