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Apuntes De Mecánica Política

PSOE y PP: el abismo de la incertidumbre

Aumenta la división socialista ante el congreso federal y la batalla se extenderá a Asturias y a todos los concejos Los candidatos del PP recelan del "voto oculto" de sus contrarios

PSOE y PP: el abismo de la incertidumbre

Son estos tiempos en los que los partidos miran hacia dentro y en los que la acción política pesará en el ámbito doméstico, en especial para las dos grandes siglas en Asturias: el PSOE y el Partido Popular. Los primeros aceleran el motor de cara a un congreso federal envuelto en incertidumbre y ante el que la agitación en las redes sociales sólo anticipa una tensión que amenaza con convertirse en sacudida; los segundos se enfrentan a un cónclave regional en el que la duda es quiénes juegan con cartas marcadas.

No será hasta finales de abril cuando Susana Díaz anuncie su candidatura a la secretaría general del partido. Los integrantes de su equipo aseguran que irrumpirá como un ciclón, tratando de desbaratar el movimiento que Pedro Sánchez ha conseguido resucitar en los últimos días.

En Asturias permanece la incógnita de quién será la cabeza visible del tercer candidato, Patxi López. Tanteos hubo, y en especial a Adrián Barbón, alcalde de Laviana, quien ha mantenido simpatía con el dirigente vasco. Las dudas se resolvieron una vez que Pedro Sánchez presentó su candidatura y Barbón pudo comprobar que el movimiento asociado al exsecretario general mantiene su pulso. Barbón advirtió en su día al presidente de la gestora, Javier Fernández, de la necesidad de no aplazar demasiado el proceso de primarias.

Pero lo que está claro es que la división en el PSOE ya se extenderá a todos los terrenos de juego y en Asturias ni siquiera Javier Fernández concitará acuerdo. "En todos los congresos autonómicos habrá candidatura de afines a Sánchez y se peleará cada compromisario en todos los concejos", advierten los sanchistas.

Las redes sociales van a convertirse en un elemento determinante en esta disputa, pero son un arma de doble filo: la agitación que transmiten multiplica los mensajes, pero sólo circulan en un sector de la militancia.

Cuando la pasada semana Pedro Sánchez presentó su ideario político, resultaba evidente encontrar dónde estarían los puntos de fricción con la FSA; en dos cuestiones esenciales para el PSOE asturiano: el modelo de financiación autonómica y las referencias al carbón. Hay un hecho incuestionable: la letra dice lo que dice, y no lo que podría decir. Y el texto de Sánchez abre la puerta a una financiación "especial" para Cataluña para apaciguar los ánimos independentistas y obvia cualquier referencia al carbón nacional al tiempo que propone un tránsito energético hacia las renovables.

Los partidarios de Pedro Sánchez se esmeraron en las redes sociales a desactivar las bombas, y aseguran haberlo hecho, pero otros sectores del PSOE asturiano echan humo y aprovechan la falta de prudencia de Sánchez para hacer un guiño al menos al SOMA, cuyos dirigentes se han alineado desde el primer momento con el exsecretario general. Hay quienes ven tras el ideario de Sánchez la mano de la exministra Narbona, que internamente originaba chispas por sus planteamientos medioambientales. Los detractores de Sánchez aprovechan para meter el dedo en la llaga el recalcar que parece imperdonable que el carbón autóctono quedase en el olvido cuando Maria Luisa Carcedo y el exalcalde de Lena, Hugo Morán, estuvieron en la fontanería del documento.

Pero errores los hay por todas partes. La alusión de Javier Lambán, presidente aragonés, a la versión "roja y radicalizada" de Pedro Sánchez se convirtió en ariete de los sanchistas. Alguno, como el exviceconsejero de Cultura Alejandro Calvo, aprovechó para rescatar su propia memoria personal y familiar de los "rojos peligrosos". También se encuentra sobre la mesa la incógnita acerca de cómo se comportarán los apoyos de Patxi López en la contienda nacional. Se le ve ahora más proclive a un futuro acuerdo con Susana Díaz que con Pedro Sánchez; máxime cuando la andaluza necesitaría en el caso de ganar de un rostro de peso en el Congreso de los Diputados.

En el PP también cuecen habas. La principal duda del congreso regional que Mercedes Fernández preveía casi como un paseo está en el voto oculto. Dirigentes locales y afiliados han expresado a la presidenta su apoyo para la reelección, pero lo mismo han dicho a los candidatos que tiene en frente. La situación tendrá más incertidumbre si las candidaturas de la avilesina Carmen Maniega y el ovetense Pablo Álvarez Pichel se fusionan, como también alientan por detrás algunos de los que a Mercedes Fernández le prometen lealtad. Pero para que se produzca esa unión uno de los dos tendrá que apearse y es precisamente el liderazgo el principal punto de fricción. En los mentideros hay quien apunta reparto de puestos futuros como forma de arreglo.

Y por último, Izquierda Unida mira expectante a la reunión federal que se celebrará en Madrid el próximo 4 de marzo. El orden del día hace sospechar que Alberto Garzón lanzará un sondeo sobre la futura alianza de IU y Podemos, aunque por parte de Pablo Iglesias esa pretensión parece haberse enfriado tras su clara victoria sobre Íñigo Errejón en Vistalegre II. Los problemas económicos y la dilución nacional del partido pesan para forzar ya un hermanamiento estable con los podemistas, pero en Asturias esa alternativa se ve con espanto por unos y otros. Quizás establecer un "caso especial" en Asturias ayudase a una confluencia pero sin invasión de espacios propios.

La primavera política también altera la sangre. Será cuestión de confiar en que ésta no llegue al río.

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