Pocas veces luce el sol como ayer, durante el homenaje que cada año rinde el SOMA a su fundador, Manuel Llaneza, en el cementerio civil de Mieres. En esta ocasión, la lluvia no era la amenaza, sino los nubarrones de la división de la familia socialista que sí quedó patente. El líder del sindicato alabó la gestión de Javier Fernández al frente del Gobierno regional, pero afeó su gestión en la gestora que rige al PSOE. Nubes y sol. Fiel reflejo del día.

El secretario general de la FSA y presidente de la gestora socialista, Javier Fernández, llegó minutos antes de que comenzase el homenaje. Acudió flanqueado por los miembros de la gestora del PSOE mierense como Jesús Gutiérrez y el exsecretario de la agrupación Balbino Dosantos "Lili". En cuanto el secretario general del SOMA, José Luis Alperi, vio a Javier Fernández, fue a su encuentro sin vacilación. Tensa cordialidad. Un apretón de manos y una corta charla siguieron a un primer encuentro con los medios de comunicación convocados, donde se trataron asuntos de índole nacional como la derogación de la reforma laboral o el juicio al diputado Frances Homs por su papel en la organización de la consulta soberanista de Cataluña.

Javier Fernández, precavido, se abstuvo de realizar declaraciones sobre la guerra interna del partido. "No voy a hacer comentarios en relación a planteamientos de precandidatos o militantes que se postulen", afirmó. Tan sólo destacó que "hay unas primarias y cada uno tomará la posición que considere oportuna, no voy a cuestionar tampoco lo que digan los compañeros". No jugaba en casa. Sabía que la mayoría de los asistentes eran hostiles a la dimisión de Pedro Sánchez y a la decisión de permitir gobernar a Rajoy.

Javier Fernández, como de costumbre, se colocó en un lugar secundario. Aún así se apreciaba el distanciamiento entre la familia socialista. Junto al presidente de la gestora del PSOE se ubicaron, entre otros, los consejeros de Desarrollo Rural, Presidencia e Industria, María Jesús Álvarez, Guillermo Martínez y Francisco Blanco, respectivamente. Este último declarado sanchista. Al otro lado del cementerio, a distancia, se encontraba la diputada Adriana Lastra, contraria a la gestora y con quien Javier Fernández no escenificó acercamiento.

A pesar de que el ambiente estaba un tanto enrarecido, todos guardaron las formas. El único que citó al denostado Pedro Sánchez fue el secretario general de UGT-FICA, Pedro Hojas, que se estrenaba en este acto. "Hace un año que podríamos tener un presidente del PSOE, a Pedro Sánchez, y no lo tuvimos porque algunos no quisieron", exclamó. Sus palabras arrancaron los aplausos de la mayoría de los asistentes. José Luis Alperi no citó al exsecretario socialista, pero su nombre estaba implícito en sus palabras. "Lo que pasa en el PSOE no nos es ajeno y nos preocupa que en el devenir del mismo se prioricen actuaciones que orillen o dejen de lado el compromiso con los millones de españoles que dudan de si podrán mantener su empleo", dijo.

Alperi no citó a Pedro Sánchez, ahora candidato a liderar al PSOE junto a Patxi López y la esperada Susana Díaz, pero sí hizo referencia al día que se forzó su dimisión, en un convulso comité federal del partido: "Las imágenes transmitidas como la del pasado 1 de octubre nos preocupan". La posición del líder del SOMA ante el proceso de elección de un nuevo secretario general del partido "es la ilusión frente a la mera supervivencia".

Pero el discurso de Alperi era doble. Mientras exponía sin aspavientos las críticas sobre lo ocurrido con Pedro Sánchez, hizo públicos sus elogios a la gestión de Javier Fernández al frente del Principado de Asturias. "Estamos tremendamente satisfechos de que el PSOE, con sólo catorce diputados, haya podido sacar adelante unos presupuestos regionales para 2017 muy necesarios", destacó. Y agradeció "la receptividad a nuestras demandas y esfuerzos en defensa de nuestra industria".

Terminado el acto, y tras entonar "La Internacional", Javier Fernández abandonó el cementerio civil no sin antes despedirse de manera cordial del secretario del SOMA. El chaparrón pasó rápido.