Después de cinco años consecutivos de recortes en investigación por parte de gobiernos de distinto signo, la Universidad de Oviedo va camino de tocar fondo. Se mueven la mitad de fondos en proyectos de excelencia que hace una década pero, además, las ayudas de los planes regionales y nacionales a la investigación se han visto sustancialmente menguadas. Se mueven un 49,8% menos de fondos que en 2007. El pasado ejercicio, la investigación en el institución académica contaba con 17,06 millones de euros, frente a los 34,2 del inicio de la década. Se mantiene, eso sí, la potencia científica de la Universidad, que acumula en estos diez años 18.146 publicaciones, un volumen que se incrementa ejercicio a ejercicio y cuya difusión y visibilidad se cuidan, a través de diferentes acciones de divulgación.
No obstante, la investigación ha pasado de ser la gran apuesta política a la hermana pobre de los gobiernos. Desde la institución académica atribuyen ese acusado descenso, además del propio contexto económico en el que se desarrolla la ciencia, a la merma de recursos destinados a la I+D+i por parte de las administraciones públicas: desde la europea, a la española o la regional, en el caso de Asturias. El Ministerio no ha sacado todavía la convocatoria de proyectos de investigación, que tradicionalmente publica en el mes de diciembre del año anterior. Es otro de los factores que ha llevado a la Universidad de Oviedo al pico más bajo de la pirámide de la investigación. Los proyectos financiados por la Unión Europea, el Ministerio de Ciencia y el Principado a través de su plan de Ciencia y Tecnología han pasado de los 1.137 activos en 2010 -el ejercicio de mayor actividad científica de la última década- a los 516 del momento presente. Los más sangrante para la masa de 2.096 investigadores de la Universidad de Oviedo -distribuidos en 142 grupos- es que se han perdido 17 millones de euros en diez años.
"Nos encontrábamos en una posición relativamente buena hasta 2010, a donde costó llegar unos 30 o 40 años pero, de repente, se ha cortado todo eso y puede que nos cueste otros 20 años remontar", opina un destacado cargo académico. Los mayores descensos en el caso de la Universidad asturiana se producen en las ayudas del plan nacional, con un salto significativo, desde los 12 y 15 millones que llegaban en los años de bonanza a los 10,2 acumulados en 2016. El presupuesto reducido también se aprecia en los proyectos de ámbito europeo: frente a los 2,7 y 3,3 millones de euros que llegaban en 2009 y 2012, el pasado ejercicio los fondos procedentes de este capítulo para investigación se redujeron a 352.706 euros.
Más irregulares se muestran las ayudas del plan regional a la investigación con saltos como el de los 3,1 millones de euros de 2007 que se duplicaron un año después para reducirse a apenas 880.000 euros en 2010. La tendencia se recuperó un año después al subir a 3,1 millones de euros. Y, tras dos años de vacío, en 2014 la Universidad asturiana recibió 8,2 millones de euros en ese capítulo. Desde ese ejercicio no han vuelto a computarse ayudas del plan regional a la institución académica, se quejan los investigadores.
Más rentables resultan los recursos obtenidos a través de la Fundación Universidad de Oviedo (FUO), que mueve entre 5 y 7 millones de euros por año en la gestión de contratos de investigación. De hecho, una mayoría de los proyectos -4.115 de los 8.324 en marcha desde 2007- están en manos de la FUO. Al plan nacional de investigación corresponden 1.340 proyectos y, al regional, 525 mientras que los europeos fueron 104.
