Respaldado por las principales organizaciones empresariales, sindicales y vecinales de la región, el gran pacto por las infraestructuras se ha dado de bruces con unos políticos que no han sido capaces de ponerse de acuerdo ni para aprobar un listado básico de obras prioritarias, pese a que, en esencia, tienen una visión muy similar sobre cuáles son las principales necesidades de Asturias en esta materia. El proceso de negociación, que arrancó con no pocos recelos y desigual entusiasmo, acaba como el rosario de la aurora y con un duro cruce de reproches: la oposición critica la poca cintura del Gobierno para que sus aportaciones quedasen plasmadas en el documento presentado por la consejera Belén Fernández, mientras que los socialistas afean que el interés partidista prevalezca sobre el general entre quienes se desmarcan de la iniciativa. Sea como fuere, el caso es que tras el abandono de Ciudadanos, anunciado ayer mismo, solo Izquierda Unida (IU) sigue sentada en la mesa.
La decisión de convocar a las fuerzas políticas y sociales para consensuar un documento en el que se recogiesen las principales infraestructuras que el Estado tiene pendientes en Asturias, para reclamárselas al Ministerio de Fomento, fue anunciada por Belén Fernández el 17 de noviembre de 2016. El proceso arrancó por la parte social y esa primera singladura llegó a buen puerto. La Federación Asturiana de Empresarios (FADE), las cámaras de comercio, los colectivos de transportistas de mercancías y de viajeros, la Unión de Consumidores, la Confederación de Asociaciones de Vecinos y los principales sindicatos (UGT, CC OO y USO), así como sus delegaciones ferroviarias, suscribieron un documento en el que se marcan como objetivos prioritarios la apertura de la Variante, la conclusión de la autovía de Oviedo a La Espina, la mejora de las cercanías o el plan de vías de Gijón.
Tras ese éxito inicial, Belén Fernández llamó a los partidos con representación en la Junta para que se sumaran al acuerdo. Sin embargo, la negociación política se torció desde un primer momento. El PP se desmarcó por completo de la iniciativa, hasta el punto de que ni envió representantes a las diferentes reuniones convocadas por la Consejería, mientras que el resto de formaciones acudieron recelosas, cuando no a regañadientes, sin que hayan logrado consensuar si hay que ir a a un documento de mínimos, en el que se detallen solo las necesidades más urgentes, o a una recopilación más exhaustiva, que es la que figura en el documento del Principado. Este desencuentro es otra de las claves que explican el fracaso de la negociación.
Con el PP fuera del escenario, la segunda formación en descolgarse fue Foro, partido que hace bandera de su compromiso con las infraestructuras asturianas. Tras mantener una reunión en enero con Belén Fernández, la formación remitió a la Consejería un documento con sus aportaciones, sin que ninguna de ellas fuera tenida en cuenta, según denuncia su presidenta, Cristina Coto, que ya no participó en el encuentro del lunes. Foro censura el nulo interés del Principado por aceptar medidas que vayan contra sus posiciones y pone como ejemplo que en el documento no figure la extensión del tendido de Alta Velocidad a Pola de Lena.
Podemos también escenificó su renuncia al pacto el pasado lunes, abandonando la reunión antes de que concluyera con el argumento de la falta de sintonía a la hora de incorporar al documento una auditoría de las obras realizadas que, entre otras cosas, aclare los multimillonarios sobrecostes en la Variante. "No vamos a participar de una carta a los Reyes Magos", subraya el diputado morado Héctor Piernavieja.
La alianza política ya estaba en estado crítico cuando Ciudadanos le dio ayer una estocada casi definitiva al anunciar que también la abandona. Nicanor García esgrime razones similares a las de Podemos y Foro: la negativa de la Consejería a incorporar sus propuestas, en este caso el listado de las "prioridades de primer nivel que necesita Asturias".
Con la iniciativa encallada, el PSOE, crítico con el "pacto del no" que achaca a Podemos y Foro, hace un llamamiento al resto de formaciones y especialmente a Ciudadanos para que dejen de lado sus "intereses partidistas" en favor del pacto. Parece tarde. El consenso o un acuerdo de amplio espectro están muy lejanos.
