José Ángel Fernández Villa ha negado hoy ante la juez haberse quedado dinero y que las rúbricas en cheques y transferencias sean suyas. El exsindicalista se ha defendido así de las querella presentada por el SOMA. Villa ha declarado de manera lúcida y pormenorizada a las preguntas, solo a las de su letrada.

En algunos momentos de su declaración ha defendido de forma contundente e incluso vehemente algunos gastos, como los de los puros y colonias, ya que son regalos a las autoridades con las que trataba a nivel sindical. En cuanto a los gastos de flores, aseguró que era una tradición sindical mandarlas cuando se producía un accidente

El exsecretario del sindicato minero ha realizado una prueba de escritura para comparar su letra con los originales.

José Ángel Fernández Villa llegó al juzgado donde ha sido recibido con gritos de "ladrón" y "sinvergüenza". Flanqueado por su letrada, Ana García Boto, y su esposa, José Ángel Fernández Villa tardó cinco minutos en recorrer los 30 metros que separaban el taxi en el que llegó y la puerta de los juzgados, donde su entrada fue custodiada por dos policías.

El sindicalista no quiso hacer delcaraciones a la prensa. Su abogada pidió que les dejasen pasar e incluso llegó a advertir de que si no era así llamaría a la policía.

Su abogada acudió a las nueve de la mañana al juzgado pero minutos después tomó un taxi para dirigirse a la vivienda del sindicalista, en el barrio ovetense de la Florida, para recoger a su defendido.

Fernández Villa entró la sala de interrogatorios a las diez y cinco minutos de la mañana y aunque estaba previsto que declarase durante tres cuartos de hora el interrogatorio se ha prolongado durante casi dos horas

Tras esta declaración no se esperan muchas más diligencias y la instrucción podría cerrarse e breve

La declaración, que se ha practicado tras once recursos presentados por su defensa que fueron todos desestimados, llega catorce meses después desde que fuera citado judicialmente por primera vez.

La letrada Ana García Boto ilustraba la "situación de vulnerabilidad" de su cliente con algunos ejemplos. "Le impide afrontar su defensa frente a la querella que le ha interpuesto el SOMA y le impide facilitar a su letrada los datos y documentos necesarios para preparar el interrogatorio y tomar decisiones sobre la mejor forma de defenderse", indicaba. Además, "debido a la enfermedad, no es capaz de concentrarse en las importantes cuestiones que le plantea su defensa, por lo que hay que dejarlo para volver a intentarlo en otro momento, confiando en que el reposo nos permita avanzar en la defensa".

La diligencia, en la que sólo ha contestado a las preguntas de su defensa, ha comenzado a las 10,05 de la mañana y fue interrumpida para hacer un receso a las 11,15 horas. La declaración se retomó a las 11,35 finalizando a las 11,50 horas.

El interrogatorio se ha adaptado a la capacidad actual de comprensión de Villa; se le han formulado preguntas simples y de respuesta sencilla; se ha garantizando el tiempo para la respuesta y se ha velado por la práctica de las interrupciones pertinentes que permitieran el descanso mental del compareciente.

La declaración se ha desarrollado de forma dinámica y el investigado ha contestado a cuantas preguntas se le han formulado de forma coherente.