La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las vacaciones de los maquinistas ponen en jaque el tráfico de Feve en una semana

Los sindicatos alertan de que si la ferroviaria no contrata de urgencia a 18 conductores habrá una cascada de cancelaciones a partir del día 10

La situación en Feve amenaza con convertirse en insostenible. El sindicato de maquinistas Semaf alertó ayer de que a partir del día 10 de este mes se producirán "cancelaciones masivas de trenes" de cercanías en la región si la operadora no contrata cuanto antes a 18 maquinistas para garantizar las circulaciones. "La falta de personal se ha venido supliendo hasta ahora con retrasos de vacaciones o supresiones de licencias, pero a partir del día 10 empiezan las vacaciones atrasadas, que no se pueden demorar más, con lo que no podremos garantizar el servicio si no se incrementa la plantilla de inmediato", subraya José Quince, responsable de Semaf en la región.

Tras la crisis del verano, la compañía ferroviaria seleccionó a 31 maquinistas becarios para la red de ancho métrico, de los que 13 ya están trabajando en las líneas de cercanías. Sin embargo, los otros 18 profesionales permanecen sin contratar definitivamente, pese a que están formados y listos para incorporarse a los trenes. "Si no entran, las cancelaciones serán masivas a partir de la semana que viene, porque no hay personal suficiente para cubrir las circulaciones que están programadas", advierte Quince. Según fuentes ferroviarias, la empresa alega "problemas legales" para no completar las contrataciones previstas en un primer momento.

La falta de personal y el mal estado del parque móvil han provocado cientos de cancelaciones de trenes en la red de Feve desde el pasado verano. La dirección de la operadora se comprometió a solventar el problema con la contratación de maquinistas. Sin embargo, los ferroviarios denuncian que no se ha incorporado ni el 50% del personal anunciado, por lo que, en cuanto comiencen las vacaciones atrasadas de los profesionales en activo, a partir del 10 de este mes, las cancelaciones pueden ser el pan de cada día en las rutas de cercanías de vía estrecha del centro de la región.

De producirse, esa oleada de cancelaciones supondría un durísimo golpe para Feve, que lleva enfrascada desde hace más de una década en una brutal caída de pasajeros que, si no hay una reacción, le llevará a bajar en este ejercicio de los dos millones de viajeros anuales, la mitad de los que tenía hace poco más de un lustro. Las razones de este brutal desplome son varias, pero se resumen en la falta de fiabilidad y puntualidad de un servicio que, según todos los expertos, tiene un gran potencial para la movilidad en el área metropolitana del centro de Asturias. La velocidad media de los convoyes ha caído hasta los 45 kilómetros por un entramado de apeaderos que les obliga a detenerse cada dos kilómetros. Además, la falta de personal en la que ahora insisten los sindicatos, y un parque móvil con graves carencias de mantenimiento y con material obsoleto, han generado numerosas cancelaciones y retrasos, alejando a los viajeros del tren.

Los expertos también critican la total automatización de las estaciones, que han perdido el carácter cercano y casi familiar que durante décadas distinguió el servicio de Feve en unos territorios inhóspitos, sobre todo para los usuarios de edad avanzada de las zonas rurales de la región.

A la espera de lo que pueda suceder a partir del día 10, el deterioro en Feve ha llegado a tal punto que los ferroviarios no descartan que se puedan producir cierres de líneas el año que viene, una vez que concluya la declaración de la red de cercanías como Obligación de Servicio Público (OSP) que obliga al Ministerio de Fomento a mantener las rutas abiertas con independencias de las pérdidas que acumulen.

En la alianza por las infraestructuras que ha suscrito el Principado con 17 organizaciones empresariales, sindicales y vecinales figura como prioridad un plan de mejora para las cercanías. Los estudios realizados por la Administración autonómica concluyen que la rehabilitación integral del servicio costaría unos 1.500 millones de euros.

Compartir el artículo

stats