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El amor a la carta es un timo

Abre en España, entre críticas de los expertos asturianos, la Escuela Neurocientífica para aprender a seducir a la pareja ideal

El amor a la carta es un timo

Encontrar a tu media naranja por casualidad ya es cosa del pasado. Llega a España el amor a la carta. Discípulos de la antropóloga y bióloga estadounidense Helen Fisher, una de las mayores estudiosas del amor romántico desde el punto de vista científico, abrirán este mes en Madrid, Barcelona y Valencia la Escuela Neurocientífica del Amor. El objetivo, según su director Miquel Iglesias, es enseñar a enamorarse de la persona adecuada: "Se acabaron las citas de mala muerte". Las clases, que consisten en adquirir estrategias para reprogramar el radar del amor, persiguen incluso luchar contra la violencia de género. Las flechas de Cupido ya están listas para apuntar, aunque en Asturias se ven como un timo. Los expertos tachan la escuela de "invento lucrativo". Sólo el seminario inicial cuesta 150 euros.

A partir de ahora el corazón irá a tiro fijo, sin experimentos previos que le hagan sufrir. "Se acabó eso de confiar en la magia del amor. Eso se lo dejamos a los poetas; la ciencia nos ha enseñado que somos máquinas biológicas y que podemos programar los desenlaces felices", dice Miquel Iglesias. La Escuela Neurocientífica consta de dos seminarios basados en construir nuestro propio perfil "para saber qué gente nos puede hacer el bien" y en adquirir estrategias de seducción. Iglesias explica que el enamoramiento sólo dura entre tres y seis meses y es "lo más cercano a la adicción que causan las drogas duras", como la heroína: "Generamos el mismo tipo de secreción en nuestro cerebro".

Tras este período de locura llega la fase de amar, "que no sólo consiste en querer sino también en aceptar nuestras diferencias". "A veces se produce una falsa negociación, intentando cambiar nuestra forma de ser para agradar al otro. No tenemos que ceder a nuestra propia vulnerabilidad, porque eso al final siempre acaba mal", dice.

La Escuela Neurocientífica del Amor clasifica a las personas en doce perfiles básicos en base a cuatro sustancias -la dopamina, la testosterona, la serotonina y estrógenos-, que son las que nos hacen enamorarnos de una persona u otra. La dopamina, según el director, crea personas que no desarrollan un gran apego y es común que sean divorciados y tengan hijos de diferentes relaciones. La testosterona por su parte hace seres pragmáticos, racionales, ordenados y decisivos. Se centran en su pareja a fondo, pero se olvidan rápido de ella en cuanto la relación se acaba. Por el contrario, los que tienen altos índices de estrógenos son personas empáticas, que buscan encontrar a su alma gemela. Y la serotonina hace individuos conservadores, que aman a personas tranquilas, de su misma comunidad.

Expertos asturianos, como el psiquiatra y especialista en el amor, Carlos Miguel Sirvent, de la Fundación Instituto Sfera, se oponen a una escuela de la pasión. "Mi respuesta en síntesis: un bluff. Helen Fisher es una eminente antropóloga y bióloga, pero lo de la escuela es un invento lucrativo. Clientes no han de faltar. Hoy día la superchería triunfa", opina.

La escuela de Miquel Iglesias confía en llegar pronto a Asturias, "aunque sea en forma de seminario". Iglesias insiste en que la efectividad del método es del "cien por cien", tras probarlo en 14 millones de personas en todo el mundo.

-¿Se acabarán los solteros?

-En 2016 alcanzamos el mayor índice de solteros de la historia. Seguirá habiendo solteros. ¿Por qué? Porque la publicidad es la que manda y quiere que la gente esté sola, engancha a su móvil, consumiendo anuncios y dominando sus emociones.

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