La calidad del aire en Oviedo no es tan mala como la pinta un estudio del Instituto Carlos III de Salud, del que informó LA NUEVA ESPAÑA este lunes, según el cual la capital de Asturias es la ciudad más contaminada del norte de España. La directora general de Prevención y Control Ambiental del Principado, María Elena Marañón Maison, precisó ayer que ese estudio se realizó en base a datos de entre 2000 y 2005, periodo en el que la contaminación por partículas y las jornadas en las que se superaba el límite en Oviedo eran considerablemente mayores que en la actualidad. Según sus datos, los valores de contaminación en la capital "se han reducido a la mitad" en la última década, por lo que, aunque el informe ofrece algunos "datos estadísticos interesantes", sus resultados no se corresponden con la realidad que vive hoy la ciudad.

En todo caso, Marañón, que es catedrática de Tecnologías del Medio Ambiente, sostiene que del estudio del Instituto Carlos III se deduce que ya en el periodo de 2000 a 2005 "había otras ciudades con factores de riesgo por encima" de los que presentaba Oviedo entonces.

En concreto, según el estudio, que ha sido publicado en la revista "Environmental Pollution", Oviedo encabeza el ranking de concentración de partículas en suspensión de diámetro inferior a diez centímetros (PM10), que habrían matado a 4.136 personas durante la primera década del presente siglo.

Los ecologistas

Para los ecologistas, este informe, en el que no se analiza la situación de Gijón y de Avilés, "puntos negros" de la polución en el Principado, confirma su tesis de que la región tiene un "serio problema de salud" por la baja calidad del aire.

Antes de reunirse con los representantes de seis concejos del centro de la región para avanzar en los contenidos de los protocolos anticontaminación que prepara el Principado, Elena Marañón también se refirió a la situación de la localidad de Trubia, una de las que más problemas de calidad del aire presenta. Según indicó la responsable autonómica, "las medidas urgentes" puestas en marcha han permitido que en los últimos días se haya constatado una disminución de los niveles de benzeno.