El PP asturiano estrenaba ayer un nuevo sistema de elección de su presidente regional. La primera conclusión, a bote pronto, es que el nuevo proceso no ha enganchado a la militancia ya que finalmente sólo ha concitado la participación de un 8,7 por ciento de los 20.000 afiliados con los que los populares asturianos creían contar. Mercedes Fernández reconocía ayer mismo, horas antes de celebrarse la primera vuelta, que el PP asturiano tenía que afrontar la actualización de su censo de afiliados, una tarea compleja.

Una de las incógnitas a despejar tras el contundente resultado de ayer es el futuro de Carmen Rodríguez Maniega al frente del PP avilesino. La victoria en su feudo puede servirle de bálsamo para optar a la presidencia de la junta local, que se habrá de dilucidar en el congreso local a celebrar, como en toda Asturias, una vez resuelto el cónclave autonómico. Maniega prefirió no hacer declaraciones anoche, en caliente, pero la campaña electoral ha puesto de manifiesto la tensión y la mala relación con Mercedes Fernández que ayer, horas antes de medir fuerzas, reclamaba "respeto" en este duelo interno.