"Ha engañado a esta Junta y a los trabajadores", tronó Venta Cueli. La consejera de Desarrollo Rural utilizó varios sinónimos de mentira y un índice acusador hacia el escaño del diputado del PP. El tenso intercambio de pareceres a cuenta de la campaña de saneamiento ganadero ya declinaba, pero quedó en alto, en ultimátum. "Tiene una semana para modificar lo que está en entredicho". Sonaba desde la bancada popular, con melodía de plazo fijo, el segundo aviso a María Jesús Álvarez, para la que IU ya tiene registrada una petición de reprobación por su gestión del mismo asunto.

En lo menos complaciente de la sesión de control al Gobierno en la Junta, el reproche popular subió el tono para elevar a la categoría de "chapuza insostenible" la salida que el Principado ha dado al saneamiento con una doble encomienda del servicio a la empresa pública Tragsatec y a la Sociedad de Servicios del Principado (Serpa), y sin que ésta se haga cargo de los veterinarios despedidos de Tragsa. Algunos de ellos escuchaban desde la tribuna de invitados cuando Luis Venta se arrogó su defensa y reprobó los "incumplimientos" del Gobierno en esta materia, de vuelta al día en el que la Consejera dijo que la encomienda del saneamiento no se podía "trocear" justo antes de repartirla entre Tragsatec y Serpa.

Pero María Jesús Álvarez argumenta en su defensa que no puede. Que este conflicto es "hijo" de la reforma laboral del PP y de su abaratamiento del despido, pero sobre todo que desde que los trabajadores recurrieron a los tribunales, las sentencias "cambiaron de forma sustancial el escenario", impidiendo expresamente la subrogación en Serpa so pena de hacer incurrir a la Consejera en prevaricación. "El pronunciamiento judicial nos obliga a cambiar el planteamiento político", aduce la titular de Desarrollo Rural. Los jueces han resuelto que los despedidos no tienen ya ningún vínculo con el Principado y que no pueden ser automáticamente incorporados a Serpa, al menos no sin un procedimiento de selección que respete los principios de igualdad, mérito y capacidad.

Es la segunda advertencia de la oposición que el saneamiento ganadero le ha procurado en una semana a María Jesús Álvarez. Llega ésta con siete días de plazo, hasta el próximo Pleno, y sin amenaza explícita de lo que sucederá si nada cambia hasta entonces. Álvarez sí sabe que Venta piensa que "se le acaba el crédito", aunque abiertamente aún no haya dicho que a la interpelación de ayer puede suceder otra propuesta de reprobación como la que ya ha registrado IU. La coalición y el PP van por separado, transcurridos los plazos de ambos se sabrá si hacia el mismo sitio. La coalición ha requerido diálogo como condición para desactivar su iniciativa, pero en la formación todavía se dicen "estupefactos" ante su "inacción negociadora". No han recibido respuesta y el reproche, aclaran, se lo lleva ella en nombre de todo el Gobierno. La reconvención "es a las relaciones con el PSOE" de parte del que fue su único apoyo en la investidura de Javier Fernández.