El operativo para erradicar la plaga de la patata en el occidente asturiano comenzará a finales de semana en los almacenes con la destrucción del tubérculo de siembra. El Principado retrasará dos semanas el levantamiento de los cultivos en los concejos infestados: Taramundi, San Tirso de Abres, Vegadeo, Castropol y parte de Navia, Valdés y Cudillero. Tanto la consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez, como el director de Agroalimentación, Jesús Casas, insisten en que examinarán "palmo a palmo" las 1.500 fincas de las áreas infestadas y tampón (Tapia de Casariego, El Franco, Coaña, Villayón y el resto de Navia, Valdés y Cudillero) que plantaron patata pese a la recomendación de no hacerlo. Algunas tendrán que desenterrar el tubérculo y otras serán sometidas a exhaustivos controles. En cualquier caso, destaca Casas, se trata de explotaciones pequeñas, que como mucho suman "80 o 100 hectáreas".

Los primeros esfuerzos del Gobierno regional se concentrarán en los almacenes particulares, ya que "es donde está la polilla ahora", según Casas. "Las explotaciones están en una fase muy temprana y todavía no se ve patata en la tierra", agrega. La detección de la plaga en los establecimientos supondrá la destrucción del tubérculo, tal y como fija el decreto del Ministerio de Agricultura. Además los suelos, las paredes y los techos deberán desinfectarse empleando materias activas y no se podrán almacenar ni comercializar patatas producidas dentro de las zonas infestadas.

En los concejos contaminados, los ayuntamientos ya han comenzado a sacar bandos para la recogida de patata almacenada y de siembra, cuyas indemnizaciones van desde los 30 hasta los 70 céntimos por kilo. El primer municipio en hacerlo será San Tirso de Abres el jueves. "Lo que pretendemos es que todo el tubérculo con polilla se lleve a un punto y destruirlo. No tener que hacerlo de poco en poco. Tras destruir la mercancía y desinfectar el local, sólo podrá entrar patata de fuera y envasada y cerrada", detalla el director general de Desarrollo Rural.

Esta primera fase en los almacenes está previsto que dure quince días, momento en el que el Principado realizará una "visita individualizada" a las plantaciones. "En algunas parcelas habrá que levantar la planta entera y en otras no hará falta, ya que servirá con un arado", explica Jesús Casas, que sostiene que "lo más probable es que la zona infestada aumente" por la fácil propagación de la polilla.

La consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, asegura que las medidas puestas en marcha "son las que estiman los expertos para detener la plaga o al menos intentarlo". "Desde Asturias no vamos a hacer trampas, vamos a decir exactamente lo que está pasando y a verificar palmo a palmo el terreno. Tomaremos las medidas que sean necesarias sin temor a equivocarnos", agrega Álvarez. La actuación más importante es la de prohibir dos años la plantación en Taramundi, San Tirso de Abres, Vegadeo y Castropol, y en el radio de un kilómetro de Llamabúa (Navia), Villademoros (Valdés) y Armayor (Cudillero).