El silencio, roto por el rugido de una veintena de motos, acompañó ayer el adiós que familia, amigos, compañeros y conocidos brindaron a Alfredo Izquierdo, el joven naviego fallecido el domingo en un accidente de moto. Los restos mortales llegaron a la iglesia de Andés acompañados por compañeros de las dos ruedas, que lo recuerdan como "una persona inmejorable", y lamentan el infortunio de alguien "que tenía toda la vida por delante".

Los moteros se concentraron en el tanatorio de Jarrio (Coaña), desde donde escoltaron la comitiva fúnebre hasta Andés, el pueblo en el que Izquierdo, de 33 años y trabajador en el almacén de la factoría de Ence, residía. Quisieron despedirse de esta forma de alguien a quien le encantaba la moto, y que disfrutaba de paseos solitarios, como el del pasado domingo, cuando visitó Villayón. En el regreso, sucedió lo inexplicable. "En una curva que no presenta grandes problemas", apuntaba uno de los moteros más veteranos.

Los compañeros de "Asturiano", como era conocido Izquierdo en la zona, no hallan una causa común a las cuatro muertes en accidente de moto que registra la región en poco más de un mes. "Tres días antes, caí yo, y tuve más suerte. Si te caes, y no tocas con nada, libras. En el momento que tocas con algo, es difícil", apunta Bruno Fernández.

"Muchas veces tampoco tenemos las carreteras preparadas, las líneas no son antideslizantes, tenemos los guardarraíles... Hay muchos factores", añade. De la misma opinión es José Luis López, que achaca buena parte del problema al estado de las carreteras. "Circulamos por vías comarcales que, en muchos casos, no están limpias. La basura se acumula, y llegan a ser pistas de patinaje. Y los guardarraíles son un problema que tiene solución, pero ante el que no se hace nada", resume.

Sobre la necesidad, o no, de impartir más formación a quienes se suben a una moto para mejorar su seguridad, estos aficionados consideran que, siendo importante, no es lo fundamental. "Todo el que lleva una moto de gran cilindrada sabe lo que tiene entre manos. En la moto, como en la vida, hay de todo, pero la gran mayoría tenemos cuidado, sabemos que el golpe nos lo llevamos nosotros", asevera López. "Está bien hacer tomar conciencia, pero no es el problema. No hay gente haciendo el 'bestia'", remata Fernández.