La Universidad de Vigo se adelanta a la de Oviedo en la implantación de un nuevo título de Ingeniería Biomédica. Galicia ofertará en 2018 un grado sobre la aplicación de la ingeniería a las ciencias de la vida, por la que también puja Asturias. Tras el paso dado por la comunidad vecina, los expertos insisten en que ahora "no hay que correr", sino ofrecer un máster "de calidad". "El grado de Vigo puede ser muy bueno o muy malo. De lo que tenemos que preocuparnos aquí es de hacerlo mejor", dicen los especialistas, que recuerdan que la carrera ya se imparte en otras universidades españolas. En concreto, doce de Madrid, Cataluña, Valencia y Navarra. En el norte sólo es posible cursarla en un campus privado de Mondragón, aunque la Universidad del País Vasco cuenta con un posgrado.
Vigo se sumará a la lista el año que viene, tras iniciar los trámites ayer el Consejo de Gobierno de la Universidad. Para el director de la Escuela Politécnica de Gijón, Juan Carlos Campo, la noticia "no tiene por qué preocuparnos": "Sólo demuestra el gran interés que hay en España por esta área". En Asturias, la demanda también va en aumento. "Recibimos llamadas casi a diario", asegura Campo, que advierte que la implantación de un máster de Ingeniería Biomédica en la región es "compleja". "O se monta bien o mejor no montarlo. Se necesitan recursos y si llega a cuajar, llevará tiempo", avisa.
El director científico de la Fundación de Investigación Biosanitaria del Principado de Asturias (Finba), Carlos Suárez, respalda el posgrado de Ingeniería Biomédica, aunque insiste que "la clave es ser competitivos". "Hay que apostar por el máster, porque la combinación del conocimiento y la tecnología es hoy en día un valor añadido. Pero hay que querer implantarlo y hacerlo mejor que el resto", opina Suárez. En esta misma línea se pronuncia el decano de la facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Oviedo, Alfonso López, que cree que "no hay que coger títulos porque sí", sino analizar primero "los recursos con los que disponemos y la necesidad de instaurarlo". "Tenemos que ver si la demanda se corresponde con la realidad. A priori parece que sí, pero hace falta analizarlo bien", comenta López.
La Ingeniería Biomédica forma parte de las aspiraciones de la Universidad de Oviedo para incorporar próximamente al catálogo de másteres. Se trata de un proyecto más corto que la consecución de un título de grado, como pretende Vigo, y que permite, al mismo tiempo, situarse en una posición de ventaja en un sector "con presente y, sobre todo, mucho futuro", según señalan sus impulsores. Como "puntos fuertes", Asturias cuenta con una Facultad de Medicina y una Escuela de Ingenieros dentro de la propia institución, una combinación, agregan, "que no es tan fácil de conseguir". El director de la Escuela Politécnica de Gijón, Juan Carlos Campo, sostiene que "un grado tendría su interés", pero la combinación entre las ramas sanitaria y tecnológica es "más operativa" con un máster. "Una titulación como ésta tiene una gran relación con la investigación y el marco más adecuado para la investigación es el posgrado", subraya Campo.
Como principales mimbres para activar el máster de Ingeniería Biomédica en el Principado está la existencia de la Fundación para la Investigación Biosanitaria de Asturias (Finba) además de un tejido empresarial creciente que suma el respaldo de centros tecnológicos de referencia como Prodintec, que hace meses anunció la incorporación de tecnología 3D con posibilidad de generar a largo plazo tejidos vivos e incluso órganos humanos completos. A diferencia de otras disciplinas ingenieriles, la biomédica tiene una clara orientación hacia la investigación así como el desarrollo de nuevas técnicas y productos.
