Gonzalo Azkárate, vicepresidente de la Federación Asturiana de Fútbol, pasó casi la mitad de los años 2008 y 2009 fuera de Asturias pese a que en el cuadrante y los partes de trabajo de la Policía Local de Cangas del Narcea figuraba que estaba trabajando. "Eso no podría hacerlo sin el permiso del jefe", declararon ayer los agentes de la Guardia Civil que investigaron el caso de presunta malversación de caudales públicos por los que son juzgados Azkárate y el jefe del cuerpo de seguridad municipal, Antonio Menéndez, al que también se acusa de un presunto delito continuado de falsedad en documento público.

El calor y la tensión pasaron ayer factura a Azkárate, quien sufrió una crisis en pleno juicio que obligó a sacarle de la sala de vistas, a la que ya no volvió a entrar. "Soy diabético, estoy mal de la tensión, operado dos veces de cáncer.... Esto es demasiado para mí", aseguró en el pasillo de la Audiencia Provincial.

La investigación de la Guardia Civil reveló que Azkárate estuvo fuera de Asturias 168 días en 2008 y otros 163 en 2009, cuando era vicepresidente del Comité Nacional de Fútbol Sala y presidente del Subcomité de los Campeonatos de España de Selecciones Territoriales de Fútbol Sala.

Los agentes de la Benemérita declararon que habían cotejado las noticias de actos de la Federación de Fútbol -tanto en España como en otros países- en los que aparecía Azkárate, además de los hoteles en los que se alojó, los billetes de avión o tren, y otras facturas con el cuadrante y los partes de trabajo de la Policía Local. Para que fuera más visual, realizaron un cuadro resumen, en el que "siendo benevolente", indicaron los días que podría ir a actos y trabajar "si cambiaba turnos o estaba de descanso, porque le daría tiempo a llegar". Pero en muchas ocasiones sería imposible, como "estar en Cangas y en Sarajevo a la vez". El abogado de la defensa, Jorge Muñoz Cortés, incidió en que "hay facturas y documentación que no se ha entregado a las partes" y que las investigaciones no fueron exhaustivas para culpar a sus representados, ya que no se comprobaron, por ejemplo, la salida de los hoteles para saber si llegaba a tiempo a su trabajo. La vista continua hoy.